Sempere, Famorca, Sacañet, Alcalali, Benigembla, Murla, Tollos, Teresa de Cofrentes, Zarra Algimia de Almonacid, Arañuel, Ayódar y Benafigós tienen al menos un 70% de inmunizados al coronavirus.
Sempere (Valencia), Famorca (Alicante) y Sacañet (Castellón) coinciden en ser enclaves de interior, con poca población y de edad alta y con el cartel de pueblos "limpios" de coronavirus durante toda la pandemia; ahora comparten también haber recuperado la alegría con casi la totalidad de sus vecinos vacunados.
Se trata de pequeñas localidades, con un censo de población que apenas llega al medio centenar y con una media de edad que hace que no sea de extrañar que todos sus habitantes o al menos en porcentaje que supera el 90 % ya hayan sido vacunados incluso con la pauta completa.
Forman parte de la veintena de municipios que ha esquivado la covid, sin apenas tiendas ni servicios, con médico alguna vez a la semana y un bar -los que lo tienen- y que ahora suman tener a la práctica totalidad de población vacunada.
Forman parte de un grupo que tiene al menos al 70 % de vecinos inmunizados y entre los que también están, según fuentes sanitarias, otros de la provincia de Alicante como Alcalali, Benigembla, Murla y Tollos, los valencianos Teresa de Cofrentes y Zarra y los municipios de Algimia de Almonacid, Arañuel, Ayódar y Benafigós, en Castellón.
Sempere, Famorca, Sacañet Alcalali, Benigembla, Murla, Tollos, Teresa de Cofrentes, Zarra Algimia de Almonacid, Arañuel, Ayódar y Benafigós..
Sempere, Famorca, Sacañet, Alcalali, Benigembla, Murla, Tollos, Teresa de Cofrentes, Zarra Algimia de Almonacid, Arañuel, Ayódar y Benafigós tienen al menos un 70% de inmunizados al coronavirus.
Sempere es un rincón a la margen izquierda del río que da nombre a la comarca de la Vall d'Albaida, en la provincia de Valencia, en la que apenas viven veinte vecinos, aunque hay censados algunos más, según cuenta a EFE su alcaldesa, María Dolores Ortolá.
El 90 % de sus vecinos ya ha recibido la vacuna Jansen, de una dosis, -falta un veinteañero y una mujer en la franja de los 40 años-, lo que ha devuelto "la alegría" al pueblo, después de meses "prácticamente confinados en sus casas y saliendo solo a comprar",
Según la alcaldesa, "la gente está más tranquila" y han vuelto las visitas de familiares, que hasta ahora se daban "con cuentagotas o no venían".
"La gente ha vivido con miedo estos meses pero la verdad es que estaban muy concienciados de que cuanto más en estuvieran en casa, mejor, y si salían, siempre con la mascarilla y con precaución", asegura.
Sempere ha sido el único pueblo de la zona donde no ha habido ningún contagio de covid durante toda la pandemia, aunque Ortolá reconoce que las noticias de que los municipios vecinos había contagios, les ha hecho estar "preocupados y alerta", como al inicio del confinamiento cuando se temía que hubiera desabastecimiento.
En la pequeña y montañosa Famorca (El Comtat a 720 metro de altitud) hay censados 45 vecinos y desde el principio de la pandemia viven entre 35 y 40, principalmente mayores de 70 años, ninguno de los cuales ha padecido coronavirus.
Todos han recibido al menos una dosis de la vacuna en la misma Famorca (los mayores de 70) o en centro de salud de la vecina Benilloba (los menores de 70) con solo tres excepciones: un niño de 9 años, un joven de 25 y un adulto de 40 (Comprobar el de 40 cuando se vaya a pasar). Ya superan el 93 % de vacunados.
El alcalde, el popular Vicente Ruiz, tiene 57 años y es uno de los vecinos "más jóvenes" que explica a EFE que el éxito de "estar a cero" en contagios se debe en buena parte a que los habitantes han sido muy prudentes desde el estallido de la pandemia y han guardado las distanciamiento, sin recibir visitas, y cumplido escrupulosamente las medidas sanitarias.
"Se ha pasado mucho temor y miedo porque casi todo es gente mayor, que se ha quedado en sus casas con el gel en la mano y no olvidando nunca la mascarilla. Se creó tanto pánico que cuando llegaba al pueblo algún senderista o ciclista los vecinos se llamaban unos a otros para avisar", relata.
La administración de las dosis ha provocado que llegue "la alegría" a las calles, ya que "la gente sale a tomar el sol sin tanta preocupación y hasta comentan con sonrisas: 'ya estoy vacunado'".
En la comarca castellonense del Alto Palancia, y cerca del límite provincial con Valencia, Sacañet cuenta con 62 vecinos censados y todos se han librado de las covid-19; a excepción de dos o tres a los que les falta la segunda dosis, todos han recibido ya la pauta completa de vacunación.
"Menos gente, menos problemas". Así resume a EFE el alcalde Miguel Gámiz la clave para haber pasado limpios la pandemia y añade: "No es que lo hayamos hecho mejor que nadie, pero lo hemos hecho lo mejor que hemos podido".
Relata que el Ayuntamiento compró una máquina para realizar desinfecciones que usaban de manera regular y con mayor intensidad cuando acudían al pueblo visitantes, principalmente los fines de semana.
Sacañet llega hasta los 300 vecinos en temporada estival, así que casi quintuplica sus habitantes que encuentran allí la tranquilidad y el aire limpio propios del interior de la provincia.
Gámiz espera que este verano se pueda poner en marcha para el público el único bar con el que cuenta el pueblo, que pertenece al club de cazadores local, poder ampliarlo para mayor incentivo de los visitantes que, han ido en aumento, tras el primer confinamiento, especialmente de familias, senderistas y ciclistas de montaña.