La selección olímpica de fútbol consiguió un triunfo balsámico y necesario este domingo ante Australia en un duelo que los españoles no pudieron solventar hasta la recta final gracias al gran testarazo de Mikel Oyarzabal. Carlos Soler fue una de las novedades en el once titular. Disputó 67 minutos a buen nivel y le concedió al combinado nacional más verticalidad e incansable trabajo en todas las facetas del juego.
El jugador del Valencia CF Carlos Soler fue una de las novedades con las que el técnico decidió revolucionar el once para el segundo partido en los JJOO. Soler formó en un trivote con Zubimendi y Pedri y el equipo español ganó en verticalidad con el valencianista jugando por el carril central. A Soler se le vio muy activo durante la primera mitad, siempre buscando la referencia ofensiva en la figura de su compañero Mikel Oyarzábal. Ya en la primera jornada, Soler demostró que sus características físicas y técnicas otorgaban mayor dinamismo al centro del campo del combinado dirigido por Luis de la Fuente. Es eso, lo que precisamente buscaba el seleccionador al darle la titularidad ante un rocoso conjunto australiano, que dio la sorpresa en la primera jornada al vencer a Argentina.
España se acercó al gol con una gran jugada y remate de Oyarzabal al travesaño pero faltó algo de fortuna y todos los españoles lamentaron el error que privó a España de firmar el primer tanto en el torneo.
En el 41', el propio Soler tiró un buen desmarque de ruptura que Dani Olmo supo ver para conectar con un pase largo. A la carrera, Soler controló pero muy escorado no pudo más que buscar el tanto, sin embargo, sin ángulo, el balón acabó en el lateral de la red.
Carlos Soler también se vació en el trabajo defensivo en la medular, obligado en muchas ocasiones a cargarse de faltas para frenar las acometidas de los australianos.
La reanudación comenzó de forma similar al modo en que se desarrolló la primera mitad. En el 51', Soler sufrió una entrada muy fuerte por parte de McGree. Sin demasiadas consecuencias, más allá de un tobillo dolorido, Soler siguió en el partido.
España lo intentaba sin cesar pero no encontraba formas de llegar con peligro claro a la portería rival.
El partido entraba en la recta final y Luis de la Fuente buscó la reacción desde el banquillo. En el 67', Carlos Soler dejó su lugar a Marco Asensio.