El Valencia CF de José Bordalás ha encandilado a la afición. Se está viendo un equipo que se ciñe a un patrón de juego definido y que ya se presuponía con el fichaje del técnico alicantino. Ahora bien, el buen rendimiento que está teniendo una plantilla que ni siquiera está cerrada está siendo digno de las decenas de ovaciones que este viernes le dedicó Mestalla. Bordalás se está convirtiendo en un 'Mesías' para el valencianismo y trae consigo los mandamientos que le hicieron triunfar en el Getafe CF. Intensidad, garra, bloque alto, consistencia defensiva, estar enchufado los 90 minutos y lo más importante: tener claro que lo colectivo prevalece a lo individual. Si a ello se le une que ha encontrado un once tipo que solo los últimos días del mercado de fichajes podría modificar, el resultado son esos siete puntos de nueve posibles.
En la portería, Mamardashvili le ha ganado la partida a Cillessen. "En este inicio, ha sido una sorpresa Giorgi", decía ayer Bordalás en rueda de prensa. Los cuatro de la retaguardia son intocables: Correia, Paulista, Alderete y Gayà. Solo un gol encajado en tres encuentros. A estas alturas, en LaLiga 2020/21, ya eran cinco las veces que le habían marcado al Valencia CF.
El bloque medio alto también es incuestionable y ni el buen partido de Racic en Granada le hace dudar a Bordalás: Soler, Wass, Guillamón, Cheryshev; Maxi y Guedes. No hay más. Excepto Guillamón, todos han participado ya en goles en la presente campaña.
Mestalla necesitaba volver a ilusionarse. Necesitaba volver a disfrutar de su equipo. Necesitaba, en fin, que alguien les hiciera olvidarse de lo extrafutbolístico durante los 90 minutos que dura un partido. Y Bordalás lo está consiguiendo. Si en algo estaba de acuerdo la afición del Valencia CF tras la victoria ante el Alavés es en que hacía tiempo que el equipo no jugaba tan bien. La realidad es que el elenco de Bordalás culminó un partido excelso.
Ahora, solo queda ver qué deparan los pocos días que restan de mercado. Pueden resultar nefastos si salen jugadores importantes como Guedes o alegres si al fichaje de Foulquier se le suman otros más. Esto ya no depende de Bordalás. De momento, está haciendo todo lo que está en su mano: volver a enamorar a la parroquia valencianista.