A nadie le encajaba bien que el derbi de la ciudad de València se disputase un lunes. Por mucho motivos pero principalmente por la complicación que supone acudir al estadio para muchos aficionados en un día entre semana y las limitaciones que ello supone a la hora de disfrutar de la pasión del derbi. Aún así, la afición del Levante UD y los valencianistas que se personaron como visitantes en las gradas del Ciutat lo hicieron con la intención de generar un gran ambiente y apoyar a su equipo hacia el triunfo.
Durante los prolegómenos del encuentro, los más ruidosos fueron los valencianistas, quienes ocuparon su esquina con anterioridad. Accedieron al estadio levantinistas al grito de "Peter vete ya", algo que quedó reforzado durante el partido a través de cánticos y pancartas que rezaban el ya recurrente "Lim Go Home".
A medida que avanzaban los minutos hacia el arranque del partido, el goteo de los aficionados granotas era constante y poco a poco las gradas del Ciutat se llenaban de esperanzados levantinistas, los cuales, no se resignaban y esperaban poder disfrutar de nuevo del triunfo de su equipo ante el Valencia. Cabe recordar que la última vez que el Levante sumó los tres puntos en LaLiga Santander fue, precisamente, en la última visita del Valencia a Orriols.
En juego, mucho más que tres puntos o una victoria futbolística. De nuevo, la hegemonía del balompié en la ciudad de València se ponía en liza en un derbi con grandes cotas de rivalidad y cada vez menos de 'germanor'. No al menos deportiva. Si bien, esa relación fraternal es una evidencia a todos los niveles excepto sobre el césped y eso se volvió a hacer evidente una vez más este lunes 20 de diciembre en el un Ciutat de València que quiso pintar su cielo de blaugrana.
18.851 espectadores acudieron al partido.