El Madrid no necesitaba regalos para ganar al Valencia

El Valencia CF perdió ante el Real Madrid en el partido correspondiente a la jornada 20 de LaLiga Santander. Perdió porque es peor y porque un jugador que no tenía que estar en el campo como Casemiro se abalanzó sobre Alderete e hizo picar a Hernández Hernández que pitó penalti y propició que el Madrid desarbolara el entramado defensivo valencianista al filo del descanso. Tocado e indignado, el equipo salió en shock tras el descanso y, en una buena jugada personal de Vinícius Junior, anotó el 2-0 que dejaba el partido visto para sentencia. El 3-0, también del brasileño dejó el partido cuesta arriba hasta el punto que, el 3-1 de Guedes no inquietó a los blancos que, con el Valencia volcado, anotaron el 4-1 final. El penalti provocó la desconexión de un mal Valencia que no estuvo fino en defensa y sale goleado de casa del líder, un líder sólido, con pegada y que, con el colegiado remando a favor de causa, es casi intocable.

De inicio Bordalás apostó por Yunus Musah en la medular para reforzar una defensa que, en su costado derecho, a falta de Thierry y Foulquier, tuvo que ocuparla Piccini. El regreso de Vinícius hace temblar a cualquier lateral y si es uno que vuelve tras dos semanas. El jovencísimo estadounidense partió en el medio para aprovechar su potencia al espacio.

El Valencia, bien plantado, no dejaba crear al Madrid que, sin embargo, en cuanto tuvo el balón en su poder, generó peligro en el área. Cillessen tuvo que salvar en la línea un cabezazo de Militao que bien pudo significar el primer gol.

La respuesta de Valencia CF fue un tiro de Guedes que, partiendo desde la izquierda, mostró sus garras desde el principio.

El Bernabéu, en obras, apretaba. El colegiado "se vio obligado" a amonestar a Casemiro. Tuvo que reventar a Wass para que le enseñara la cartulina.

Marco Asensio en una nueva llegada, tuvo una buen ocasión al filo de la media hora, pero de nuevo se encontró con un Jasper Cillessen seguro y bien colocado. El Madrid se estiraba, encerraba al Valencia y Casemiro pudo marcar de cabeza.

Hernández Hernández se inventa un penalti, otro robo

La faena se acumulaba en defensa. El conjunto local entrando por banda forzaba los dos contra uno y Gayà y Piccini sufrían. En el 40, Modric la estrellaba en el larguero tras lucir la asistencia de Vinícius. Tanto iba el jarro a la fuente que, al final se rompió. Casemiro, que quizá no debería estar en el campo, recuperó un balón y Alderete lo tuvo que obstaculizar. El VAR no entró porque la decisión es del colegiado y este, durante toda la semana recibiendo presiones, ni dudó. Se tragó el piscinazo de Casemiro y Benzema no perdonó. 1-0. Gol psicológico en el 43 que dejaba el partido en ventaja al equipo que más lloró toda la semana.  El escándalo tuvo respuesta oficial pero con eso se queda

El Valencia CF se va del partido y lo golean

El gol desarboló al Valencia que salió en la segunda mitad tocado. Vinícius y Benzema se limpiaron con una pared a toda la defensa valencianista y el brasileño se plantó solo ante Cillessen que nada pudo hacer por evitar el 2-0. De forma totalmente injustificada, el Valencia se fue del partido y así llegó el tercero a la hora de partido.

Yunus Musah la pierde en el medio, el balón le llega a Marco Asensio, que forzó la estirada de Cillessen. El meta se la sacó pero el rechace le cayó a un Vinícius Junior que está tocado por la fortuna este año.

Wass, desde lejos, probó a Courtois  desde la frontal. El balón se colaba por la escuadra, pero el meta belga voló.

Guedes anota un penalti que era expulsión

Bordalás, con todo decidido, sacó a Koba, Marcos André y Cheryshev por Yunus Musah, Maxi Gómez y Hélder Costa. Ninguno estuvo brillante y algo había que hacer. El duelo parecía que ya no tenía historia y Cheryshev lo intentó de lejos.

En el 74 Marcos André fue objeto de un claro agarrón por parte de Mendy. El árbitro no dudó -este era claro- y señaló penalti. Guedes falló, pero cogió su propio rechace y de cabeza hizo el 3-1. Ya es pichichi con siete goles. El colegiado, eso sí, se tragó la roja a Mendy.

Reventado, Piccini dejó su sitio a Rubén Iranzo. Tuvo tiempo el canterano para ver como Wass tiraba desviado por poco cuando el Bernabéu empezaba a ponerse nervioso. Bordalás, en una decisión extraña, sentó a Koba diez minutos después de sacarlo y apostó por Vallejo en el 84. El equipo tuvo opciones de acortar distancias pero el tiempo se le echó encima. La desconexión tras el penalti había sido clave. El 4-1 llegó con el duelo roto.