La temporada de Thierry Correia está siendo un tanto complicada. Empezó siendo titular indiscutible y nadie le apartaba ni un solo minuto del lateral derecho, pero vino la lesión, las continuas recaídas y, cuando ya estaba preparado, el Covid. Ante el Sevilla FC, el portugués consumó su enésima vuelta a los terrenos de juego en la presente campaña en el que fue para él el primer partido del año tras perderse el choque ante el Real Madrid de LaLiga Santander y el de Copa del Rey en el Estadio Balear. En esta primera titularidad de 2022, fue una de las piezas que Bordalás movió por el campo en busca del equilibrio del equipo. La banda derecha, eso sí, es suya.
En los primeros 20 minutos de encuentro, ocupó el carril diestro, pero después Bordalás volvió al habitual 1-4-4-2 poniendo a Foulquier por delante de Correia. Lo cierto es que ni en una posición ni en la otra logró tener el protagonismo que sí que ha tenido en otros compromisos.
En el minuto 22, presionó intensamente a Acuña hasta que se la robó. Metió un centro que era medio gol si llegaba a Guedes, pero Rekik punteó el esférico in extremis. El contraataque estuvo a punto de costarle caro al Valencia CF, pues Ocampos falló ante Jasper Cillessen.
En la segunda mitad, siguió más pendiente en defensa que protagonista en ataque hasta que Bordalás lo sistituyó en el minuto 76 buscando un cambio de efecto en el devenir del partido. Entró Marcos André por el portugués y Foulquier pasó al lateral derecho. Hasta entonces, Correia apenas se asomó por el área defendida por Javi Díaz. Eso sí, en el minuto 52, sacó un tiro con la zurda que se marchó desviado.
Ahora, el cometido de Bordalás es recuperar poco a poco a Correia para que sea el jugador que fue al inicio de temporada. De momento, primer partido del año y una cosa clara: su mejoría en defensa respecto a la 2020/21 es tremenda.