La noche en la ciudad del Turia será larga. El Valencia CF venció al Athletic Club gracias a un zapatazo marca de la casa de Gonçalo Guedes. La afición ché vibró en Mestalla e insufló a sus futbolistas un chute de energía que estos trasladaron al terreno de juego. El banquillo valencianista sufrió de lo lindo en los minutos finales del encuentro para acabar celebrando el pase a la final de la Copa del Rey por todo lo alto.
Nadie podía sentarse. Todos los suplentes y miembros del cuerpo técnico, liderados por José Bordalás, vivieron los agónicos instantes finales de pie. Gesticulando y gritando al trencilla, los valencianistas reclamaban el final del partido, el cual se alargó en unos eternos siete minutos de prolongación. Gil Manzano decretó el final y toda la plantilla del Valencia pasó al estado de felicidad. Sin duda, hoy tienen un motivo digno de una celebración de postín.
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