La cubierta solar del Nou Mestalla, el epicentro de una nueva comunidad energética

El concejal de Emergencia Climática y Transición Energética, Alejandro Ramón, se ha reunido de forma telemática con el director de operaciones e infraestructuras, del Valencia CF Christian Scheneider, y el responsable de Marketing, Jorge García, para abordar la construcción de la cubierta sostenible del nuevo estadio. A raíz de la presentación en sociedad del proyecto, el regidor responsable del área quiso conocer de primera mano la idea del Valencia, en especial todo lo que concierne a la democratización de la energía para el barrio de Benicalap y cómo puede afectar eso si se lleva a cabo la gran cubierta solar que el club quiere que corone el Nou Mestalla.

En plena crisis energética provocada por la invasión de Ucrania por las tropas de Rusia enviadas por Putin, dos empresas pelean por quedarse la cubierta solar del Nou Mestalla. El Valencia CF quiere rematar su proyecto, y así se lo mostró a las administraciones, convirtiendo el Nuevo Estadio en el primer campo del mundo con la realización de cubierta solar que permita convertirse en un recinto 100% sostenible. En el seno de esa intención, este lunes se ha producido una primera cita con la Concejalía de Emergencia Climática y Transición Energética que quería conocer de primera mano los posibles beneficios para los vecinos y vecinas del barrio de Benicalap en relación con el proyecto de cubierta sostenible del futuro estadio.

El concejal Alejandro Ramon ha explicado en la cita el asesoramiento que están ofreciendo a través de la Oficina de la Energía al vecindario de València respecto al cambio de modelo energético y al ahorro tanto en consumo como en factura y ha puesto sobre la mesa también la experiencia como primera gran ciudad del Estado en la creación de comunidades energéticas locales. Además, ha pedido que el Valencia le mantenga informado de los avances para estudiar de forma conjunta las opciones que puedan permitir a los vecinos y vecinas de la zona avanzar en la transición energética y beneficiarse de posibilidades como una hipotética comunidad energética local.

"Estamos consiguiendo ahorros de más de 200 euros anuales para las familias de la ciudad asesoradas gratuitamente por la Oficina de la Energía y continuaremos muy pendientes de cualquier oportunidad que surja en nuestra ciudad para que la ciudadanía continúe beneficiándose del cambio de modelo energético y de la descarbonización de la ciudad", ha afirmado Alejandro Ramon tras la cita.

Dos empresas, interesadas por la cubierta solar

De momento, el proyecto está en su fase embrionaria pero, según ha podido saber ElDesmarque Valencia, a día de hoy hay dos empresas multinacionales que pugnan por convertirse en el  partner energético de la entidad de tal forma que, a cambio de que se pueda explotar durante un período amplio de tiempo (varias décadas) los paneles solares en la cubierta, se encarguen de financiar sus construcción -valorada entre 40 ó 50 millones de euros- .Los departamentos de marketing y de operaciones e infraestructuras son los que llevan en primera persona las negociaciones. Es una cantidad que se incrementaría al presupuesto inicial de 115 millones de euros del proyecto presentado por registro de entrada ante Economía y Urbanismo. A día de hoy el proyecto presentado contempla un plan B, con lonas, pero las instituciones conocen de primera mano las gestiones para que la cubierta sea icónica.

Aligerar la huella de carbono de las empresas y hacer un estadio sostenible son dos conceptos aparentemente tan abstractos como importantes hoy en día. Es la gran baza a favor que jugó el Valencia al presentar el diseño a las instituciones y que especialmente encontró una buena acogida por parte del alcalde, Joan Ribó. Hay que tener en cuenta que en la ciudad se calcula que hay del orden de 340 días de sol al año y que, según explican fuentes conocedoras del proyecto, la pureza de los mismos en la zona de la Comunidad Valenciana en concreto y en España en general es óptima para la producción de energía solar..

Un estadio moderno, pero también sostenible, respetuoso con el medio ambiente y que además, para el club, sea económicamente mucho más rentable es el objetivo con el que trabajan los técnicos del club mientras se aclara jurídicamente la construcción del mismo. .

En ese sentido, interés en empresas que desean aligerar su huella de carbono e invertir en energías sostenibles y renovables hay. De todas, ahora mismo hay dos  multinacionales importantes del sector negocian con el club quedarse la cubierta. Las negociaciones están abiertas y en fase de intercambio de información y prestaciones. Es decir, las empresas quieren saber además de quedarse el suministro de la energía que se produzca, qué les ofrece el Valencia a cambio y ahí la entidad Valencianista tiene claro que debe echar el resto. Esto es, ceder el nombre del campo, palcos, o incluso otras contraprestaciones económicas como locales, aparecer en soportes estáticos o incluso la camiseta.

Los datos de la cubierta solar del Nou Mestalla

El cálculo inicial es que la cubierta tenga 30.000 m2 de techo. La idea sería que el Valencia se comprometiera a  estadio consumirá esa energía y la ley permite que si la producción de la cubierta es de 5 megavatios, se puede vender de energía a medio kilómetro a la redonda, es decir, el nuevo estadio será un centro de producción de energía y verde. Todo y que está en estudio ampliar ese radio de acción de ahí que se hay acuñado el nombre de granja solar en el barrio de Benicalap.

A día de hoy, el exceso de producción se puede almacenar y liberarlo más tarde cuando sea necesario según los sistemas de gestión de la zona y aprovechando los picos de generación de las placas fotovoltaicas y venderlo a los vecinos haciendo más rentable el proyecto y más económica la adquisición de la energía para los clientes finales..

La importancia de la descarbonificación

Este proceso de generar energía verde, sostenible y no contaminante ayuda a aligerar la huella de carbono o "Descarbonizar", que según FUNDEU es el proceso mediante el cual los países y las empresas tratan de lograr una economía con bajas emisiones de carbono, o mediante el cual las personas tratan de reducir su consumo de carbono. Básicamente se refiere a al proceso de reducción de emisiones de carbono, sobre todo en forma de dióxido de carbono. El exceso de emisiones contaminantes es lo que actualmente más preocupa por su incidencia en el cambio climático y ya hay una extensa legislación que lo regula y lo controla en las empresas.

En ese sentido, apenas hace unas semanas se conocía que la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, desvelaba que el Gobierno está estudiando un Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) de descarbonización de la industria electrointensiva ante los elevados precios que está registrando la energía. Y ahí es donde la oferta del Valencia con el Nou Mestalla es suculenta para las empresas. No sólo porque reducen su huella de carbono, sino porque asocian su imagen pública a un proyecto sostenible y puntero, de máxima vigencia tras la invasión de Rusia a Ucrania y la crisis energética y económica que está generando a nivel mundial.