Seguramente sea la noche más dura de mi carrera hasta ahora y no se por donde empezar así que empiezo por lo que más me sorprendió, la afición.
Simplemente dar las gracias por todo, por el apoyo, por la despedida en el aeropuerto, por no dejar de animar en el campo. Todavía me acuerdo el momento de ayer de salir al campo y que se me pusieran los pelos de punta. Cuando llegue aquí me dijeron que el valencia tenía una afición buena y a la vista está de que esa persona se quedó corta. Seguramente gracias a vosotros también hayamos llegado donde hemos llegado.
Otra vez me volvió a tocar la cara amarga del fútbol, y no es ni la primera ni la última vez que me pasará, pero estoy seguro que como he hecho hasta ahora, me levantaré de nuevo.
Y por último, hablar del orgullo de compañeros que tengo. No solo por dejarse todo, si no por el día a día. El apoyo que he tenido desde que he llegado ha sido increíble y me han hecho disfrutar de esto como un niño pequeño, en cada entreno, en cada partido.
Lo que no tengo duda es que lo que he vivi anoche me sirvió para darme cuenta que el Valencia tiene que estar entre los mejores de España y cabalgando por Europa, y lucharemos para ello