Las lágrimas del capitán del Valencia CF, Jose Gayà, tras la derrota en los penaltis en la final de la Copa del Rey ante el Real Betis fueron la imagen y escenificación de la decepción valencianista por la cruel derrota en el partido definitivo del torneo y que rememoraron las que protagonizó Santiago Cañizares tras correr la misma suerte en la final de la Liga de Campeones de 2001 ante el Bayern de Múnich.
El Valencia se vio superado por 5-4 en la tanda de penaltis de la final copera del sábado en el estadio sevillano de La Cartuja después de acabar con empate a uno los 90 minutos reglamentarios más los 30 añadidos de la prórroga y tras una serie de lanzamientos en las que todos acertaron ante la portería rival salvo el estadounidense Yunus Musah en el cuarto disparo valencianista.
Hace 21 años Cañizares fue la imagen del dolor del valencianismo por perder su segunda final consecutiva de la Liga de Campeones al llorar sobre el césped tras ver cómo se escapaba un título en la tanda final de penaltis, este sábado Gayá no pudo parar de llorar frente a la cámara cuando era entrevistado en televisión.
Si Cañizares intentó ser consolado sin éxito por el meta del Bayern Oliver Kahn mientras lloraba desconsolado sobre el césped de San Siro, en Milán, tras la derrota ante el Betis, este sábado Gayà, criado en Paterna y uno de los referentes valencianistas, respondía entre lágrimas ante el periodista que le entrevistaba a la conclusión del intenso duelo sobre Las Cartuja de Sevilla.
Al mismo tiempo, otro que no encontraba consuelo y no podría dejar de llorar era el paraguayo Omar Alderete, que a pesar de ser un recién llegado al club, se desmoronó sobre el césped nada más marcar el Betis su quinto y definitivo penalti y sus lágrimas continuaron minutos después sentado en el banquillo que ocupó su equipo durante la final mientras el rival celebraba su título sobre el césped.
Si en aquella noche de Milán Zahovic, Carboni y Pellegrino fallaron en la tanda de penaltis, en esta ocasión, ante el Betis, el joven Yunus Musah erró el único de los cinco lanzamientos del Valencia de la final copera, lo que unido al pleno del conjunto bético en su tanda dieron al traste con la posibilidad de sumar su novena Copa del Rey.
La desolación del futbolista neoyorkino, de 19 años, tras fallar su lanzamiento de penalti fue otra de las imágenes del final del partido. Además, minutos después de su error el joven jugador se dirigió hacia la zona donde se ubicaban los seguidores valencianistas para pedir perdón por su fallo.
Además, en los lanzamientos de penalti el joven guardameta Georgiano Mamardashasvili no pudo dar continuidad a su gran actuación durante el partido, en el que protagonizó grandes intervenciones que sirvieron para frenar a los béticos, si bien en la tanda que resolvió la final no pudo repeler ninguno de los cinco que lanzó su adversario.
La final de Copa del sábado era la primera que perdía el Valencia de las últimas cuatro que ha disputado tras imponerse en las de 1999, 2008 y 2019, además de poner fin al idilio que mantenía el equipo de Mestalla con la capital andaluza y La Cartuja, estadio donde ganó dos de estos títulos, al margen de proclamarse campeón de Liga en 2004 con una victoria en el Sánchez Pizjuán.