Anil Murthy y José Bordalás ponen fecha para reunirse y planificar la próxima temporada. Ni uno contempla echarlo, ni el otro irse, "no hay que reaccionar de forma impulsiva por un partido" explicaban a ElDesmarque Valencia fuentes del club consultadas este miércoles tras la goleada en LaLiga Santander a manos del Real Betis que confirmaba que el Valencia CF, un año más, no jugará en Europa. La derrota, además de enfurecer a la grada, dibuja un año pésimo en Mestalla y amplía la peor racha de Bordalás en el Valencia CF pero la sangre, deportivamente hablando, no llegará al río al menos de momento.
La idea del club es planificar con el entrenador "al que le queda un año de contrato como mínimo" la próxima temporada al finalizar esta, es decir, cuando pasen los compromisos contra el RCD Espanyol y el Celta de Vigo de la semana próxima. Eso no significa que, por mucho que le enfurezca al técnico al sentirse fuera, el club no esté ya moviendo ventas, renovaciones y posibles llegadas. Son muchos los temas pendientes pero, tras la reunión del pasado 31 de marzo en la que se sentaron las bases de la nueva temporada, han pasado muchas cosas. Por ejemplo, el equipo se ha quedado fuera de Europa y el tiempo para vender -hay presupuestada una venta neta de jugadores por valor de 37 millones de euros antes del 30 de junio- empieza a esfumarse. Además, jugadores claves como Soler, Gayà o Guillamón, cuya renovación está pactada, aún no han firmado
Robert Fernández, asesor de Bordalás y próximo a él anoche en Des de la banda de À Punt lo dejó clarísimo: "Lo del futuro de Bordalás está claro. No se va a marchar, va a seguir aquí. Tiene contrato en vigor.... ¿Si se fuera Bordalás cómo se iba a hacer lo de Hugo Duro?", reflexionaba tras dos ruedas de prensa muy duras del técnico pidiendo planificación, fichajes y cuestionando que, precisamente en casos como los de Hugo Duro no se le hubiera pedido opinión.
Antes de esas declaraciones, tal y como avanzó Blanquinegres, el técnico estuvo reunido y charlando con su agente en Mestalla por espacio de 20 minutos. Su malestar en sala de prensa era patente y el distanciamiento entre las partes cada vez mayor, de ahí que urja una sentada para acercar posturas o tomar decisiones futuras. Será, como pronto, dentro de unos días, después de la última cita en Mestalla.