Incertidumbres del mercado de fichajes moderno: el adiós de Guedes y Roberto Gil

Escuchaba el otro día decir al gran Víctor Orta, director deportivo del Leeds que fichó por 40 millones de euros a Rodrigo, que no le gustaba nada que el mercado de fichajes siguiera abierto mientras la competición había empezado. Le doy la razón. Es un desatino. En el caso de LaLiga Santander, en siete días el Valencia CF de Gattuso empieza su andadura para regresar a Europa ante el Girona y lo hará, a buen seguro, con una plantilla que no será la misma que quede confeccionada el próximo 1 de septiembre cuando se cierre el mercado. Para empezar, no estará Guedes, el portugués firma mañana. El adiós del portugués duele porque fue el referente en el último lustro -con permiso de Parejo y Soler- pero, sobre todo, inquieta por saber quién lo sustituirá. Gattuso tiene fe en que llegarán sustitutos y el italiano tiene carisma, así que no me queda otra que creerle. El tiempo dirá pero Bryan Gil está deseando volver a Mestalla, lo intuyo.

El caso es que no por esperada esta incertidumbre me gusta ni me parece correcta. No es la primera vez que pasa ni será la última, pero no tiene ningún sentido que Gattuso siga contando con los Soler, Gayà, Maxi Gómez... y hasta esta semana con Guedes sabiendo positivamente que todos no caben o que deben renovar para seguir. Entiendo que lo haga, pero no tiene sentido. El mercado debería cerrarse cuando se inicien los partidos.

Está claro que, a una semana del comienzo de LaLiga, por lo que a los fichajes del Valencia CF no están todos los que son y los jugadores de la plantilla no son todos los que están. Guedes es el ejemplo. Llegó a Mestalla, posó antes y después del partido pero no jugó. El Wolves le espera y Mestalla ya lo anhela.

Está claro que, a una semana del comienzo de LaLiga por lo que a los fichajes del Valencia CF se refiere no están todos los que son y los jugadores de la plantilla no son todos los que están. Guedes es el ejemplo

Los movimientos que se tienen que producir en el club de Mestalla y seguro que en los otros rivales son infinitos todavía y, desde luego, eso es una adulteración clara de la competición. A día de hoy el Valencia sólo ha inscrito a Hugo Duro (sigue de dulce) porque no tiene más margen de maniobra. Es la prueba evidente que el sistema económico de la competición falla. Algo no se está haciendo bien cuando alrededor de 80 fichajes no han sido escritos a cinco días del inicio. El Valencia está mal pero sus rivales tampoco están para echar cohetes. El fútbol español está tocado y eso pone en peligro no a un club, sino a todos.

El adiós de Guedes coincide con uno más triste y doloroso, el de Roberto Gil, un grande sobre el césped, pero aún mayor fuera de él. Uno recuerda sus tiempos de secretario técnico porque como jugador no lo vio. En aquella época de finales de los 80 e inicios de los 90, Roberto, con el presidente Tuzón al frente de la nave valencianista, también tuvieron que sortear graves apreturas económicas y sacaron adelante el club con una receta que tenía como ingredientes la imaginación, gente de la casa y mucho, mucho trabajo. Fruto de su esfuerzo aterrizaron Quique Sánchez Flores, Leonardo o Penev (que fue mucho más que Guedes), nombres que nos hicieron ilusionarnos a los jóvenes valencianistas de finales de los 80 y que nada tienen que envidiar a las figuras de hoy en día. Aquella época de resurgir económico es un buen espejo en el que mirarse en estos tiempos de zozobra institucional y deportiva, aunque, eso sí, el sistema, el número de foráneos o el mercado de fichajes sean distintos.

No quisiera acabar sin mandar un abrazo enorme a la familia de don Roberto Gil, cuya marcha que deja un hueco enorme en el corazón del valencianismo, y sin confesarles que tengo unas ganas enormes de que empiece la Liga, aunque sepa que el Valencia y el resto de los equipos son sólo un bosquejo de cómo quedará todo el día 1 de septiembre!. Feliz semana.

David Torres

Delegado de ElDesmarque en València

dtorresp@eldesmarque.com