Se fue una semana pero en la que hubo de todo, fichajes, cumbres, noticias del Nou Mestalla y por supuesto una buena dosis de Gattuso.
Esta semana que ahora se acaba un servidor, con eso de que no había LaLiga, ha andado un poco más relajado. Trabajo hemos tenido los periodistas deportivos, porque entre la cumbre de Singapur, las declaraciones cruzadas de Ribó y Sandra Gómez por el Nou Mestalla y la búsqueda del director de fútbol y la apuesta por los profesionales de la casa que ha emprendido Layhoon, hemos estado entretenidos.
Lo del estadio se ha quedado en stand by. La semana que viene hay pleno municipal (como cada último jueves de mes) y sospecho que la reunión entre el alcalde Ribó, la vicealcaldesa Sandra Gómez y la regidora Lucía Beamud se hará esperar. Tengo ganas de que se sienten y se miren a los ojitos y se aclaren. Por su bien, por el bien del club y por la salud mental de los ciudadanos que no podemos estar cada día con dimes y diretes de aforos, de intereses y de convenios. El Mundial 2030 aprieta y Ximo Puig ha comprometido a la Generalitat para ser sede con el Nou Mestalla. Resuélvanlo, no olvidemos que hay un 70% del dinero para acabarlo ya depositado y que los asientos deben ser -desde mi punto de vista- los imprescindibles para poder albergar una semifinal del Mundial (60.000 netos que viene a ser unos 67.000 brutos). Pónganse de acuerdo señores políticos y cede hasta ahí el Valencia y desbloqueen el asunto de una vez por todas que ya cansa.
Como ciudadano que soy les advierto, en mayo hay elecciones y este tema para mí es capital, no tanto por los valencianistas, si no porque es una de las cosas horrendas que todavía pueblan la ciudad. Ni los de un lado, ni los del otro van a perdonar que ese estadio no vaya hacia adelante con su polideportivo anexo y sus condiciones top, por supuesto.
En ese estadio claro que veo algún día entrenar a Gattuso (aunque implicaría romper barreras históricas de perdurabilidad en el banquilo).
¿En qué me baso? Les propongo un juego. Como si de un examen de la Escuela de Idiomas se tratara, vamos a analizar la foto que pasó el club de la reunión de Singapur. No me refiero a la de familia (abajo), con Corona y el reconocimiento que merece, un Kim Koh más rejuvenecido y todos sonrientes menos los brazos cerrados de Gattuso que indican cierta autoprotección. No, me refiero a la de arriba de estas líneas, a la que aparecen únicamente el técnico y el máximo accionista; los dos con una sencilla camiseta negra -a pesar de que podrían comprarse la prenda más cara del mundo-; los dos sonrientes y abrazados por los hombros como si fueran dos viejos colegas.
A Peter Lim no lo conozco, apenas he coincidido con él un par de veces, pero a Gattuso ya empiezo a tenerlo calado. Y Gattuso es como se ve: campechano, sin dobleces, un tipo echao p'alante, con carisma y un aura que, me imagino, antes del disparo del fotógrafo, le diría a Peter algo así como: "Ven aquí", y lo cogería por el hombro rompiendo el halo ese que parece que le envuelve. Confío en que una colleja no le dio, porque si le engancha como saluda a sus jugadores, lo desmonta.
El italiano enamora, convence, engatusa. Su arrolladora personalidad hace que el que está en su misma sala se sienta atraído por su forma de ser. Lo he vivido en la sala de prensa. Por eso, si hay alguien capaz de 'valencianizar' a Lim y convencerle para que fiche, invierta o haga mejor el club, estoy seguro que ese es Gennaro. Ahora entenderá cuando el otro día le preguntaban si se veía entrenando alguna vez en el Nou Mestalla, él dio largas, pero un servidor pensó que ¿por qué no? Y es que, lo veo aquí mucho, mucho tiempo. Feliz semana.
David Torres
Delegado de ElDesmarque en València