Demasiado castigo para un Valencia que plantó cara al Barça 93 minutos

El Valencia CF  perdió ante el FC Barcelona en la duodécima jornada de LaLiga Santander un partido que jugó de poder a poder durante 93 minutos y en el que un gol de Lewandoski, que arrancó en posición dudosa, desniveló un choque bonito, igualado, y que pudo caer de cualquier lado.

Tras las emociones vividas por el espectacular recibimiento al equipo y el homenaje a Villa. Tocaba arremangarse para pelear un partido que siempre es complicado. De inicio Gattuso apostó por un sistema mixto en el que Foulquier se instalaba atrás para defender con 5 pero se sumaba después para atacar con el 1-4-3-3 de siempre. La gran novedad, además del francés, fue Eray Cömert en el centro de la zaga, tampoco tenía mucho más Gattuso. Eso y situar a Kluivert más centrado y con libertad.

Por primera vez el Valencia CF se enfrentaba a otro equipo que juega al ataque como él y que quería la posesión (65% de los catalanes por 58% de los de Mestalla). Quien tuviera más el balón, más daño haría al rival. El choque comenzó con una gran dosis de sobreexcitación por la fiesta vivida previamente. Eso propició imprecisiones, nervios y alguna aproximación no controlada del Barça que trajo el 'Ay' a Mestalla. La más clara, en el 12, Ansu Fati se presentó solo ante Giorgi Mamardashvili que le ganó en buena lid el mano a mano.

El Valencia CF se queda sin su 7 y se pierde

Pronto, sin embargo, se le torció el partido a los de Mestalla que al cuarto de hora vieron como Cavani tuvo que abandonar el terreno de juego con molestias en el tobillo derecho que le lleva de cabeza desde que anotara su primer gol de penalti. En el 22 Ansu Fati, al que Gattuso le había puesto encima un doble marcaje con Thierry y Forulquier, anotaba tras un rechace pero en posición de fuera de juego.

Sin su referente en el campo, el Valencia quedó a merced del Barça, replegado, sin salir, sin balón y sin desplegar su juego  Los de Xavi eran amos y señores de la medular y empezaban a acumular llegadas al área de Giorgi cada vez más peligrosas.

El Valencia, en cambio, tardó un cuarto de hora en acercarse al área de Ter Stegen. Fue gracias a una internada de Kluivert, el más activo ante la ausencia de Cavani. Con balón, el equipo se encuentra más cómodo. Si a eso le añaden que, en las jugadas dudosas, De Burgos Bengoetxea se hacía el loco y nunca favorecía los intereses del equipo local, imagínense la tensión que se vivía en Mestalla cuando la primera parte enfilaba hacia su final. Antes del descanso, eso sí, Eric García se retiró lesionado en el 41 dejando paso a Marcos Alonso, amonestado a las primeras de cambio y Lewandoski cabeceó al palo un buen centro lateral tras córner. Corrupción en la Federación se escuchaba en el 45 cuando el colegiado no expulsó al propio alonso tras cazar a Kluivert que enfilaba el área culé.

Los córners a favor se jaleaban en Mestalla, que vibraba y que casi cantó el gol en el cabezazo de Gabriel que daba paso al descanso.

Gol anulado por una tontería de Marcos André

Tras el paso por vestuarios, Gattuso mantuvo su sistema en el que Foulquier era el hombre libre. El partido salió más pausado y el Valencia pudo ponerse por delante pero Marcos André, en un centro que no llegaba, la tocó con la mano invalidando el gol posterior de Samuel Lino. Una lástima. La respuesta la tuvo Ansu Fati, pero solo la lanzó fuera, momento en el que Xavi hizo un triple cambio, que incluía a Ferran Torres, silbado en su regreso a casa cada vez que tocaba el balón.

En esta segunda entrega, el juego, la posesión y las ocasiones se equilibraron, aunque el Barça era, con los cambios y su profundidad de banquillo, quién más y mejor golpeaba a su rival. Gattuso, sabedor que estaba corto de efectivos, estiró los cambios casi hasta el 71, momento en que sacó a Kluivert y Almeida fundidos, por Samu Castillejo y Toni Lato. Poco después sería Thierry el que pidió el cambio y Gattuso echó mano de Jesús Vázquez, aunque eso implicó mandar a Foulquier, el hombre del partido, al lateral derecho. .

Lewandoski aparece para desnivelar ajusticiar al Valencia CF

El duelo seguía jugándose de poder a poder. Lino buscaba las cosquillas a Piqué y Lewandoski a Cömert. Los catalanes tuvieron en Rapinha y Ferran Torres una ocasión inmejorable para marcar en el 84. El colegiado no quería problemas y se inhibió en cualquier jugada dudosa y menos cuando sólo quedaba el añadido, momento en el que Lewandoski aprovechó una excelente asistencia de Rapinha para poner el definitivo 0-1. Mestalla enmudecía, el castigo era cruel e injusto, pero el fútbol es así. El Valencia, en cuadro, había aguantado 93 minutos. Pudo ser en fuera de juego, pero el VAR ya no veía naa.