Santi Cañizares, leyenda viva del Valencia CF y campeón de LaLiga, la UEFA Europa League o la Copa del Rey, ya tiene su propia biografía, que ha sido presentado este martes 15 de noviembre. CAÑETE. Mucho más que un gran portero, de César Toldrá y Alfonso Gil, publicado por Editorial Sargantana, va más allá de una biografía al uso acerca de Santiago Cañizares Ruiz. Antes de la presentación, la leyenda valencianista ha comparecido en rueda de prensa y ha hablado sobre la situación del club: "El futuro lo veo muy mal. Lo llevo viendo muy mal desde que se decidió vender. Fue muy mala decisión vender el club a cualquier accionista. Fue mala decisión contra con gente sin experiencia en fútbol. Para Peter Lim fue su primera experiencia. Desde el primer momento, no creí en el proyecto. Los números que contaba Aurelio o Salvo, no me engatusaban ni me los creía. Cuando pienso algo negativo, normalmente su cumple".
Además, ha añadido que "lo único que está haciendo Peter Lim es que fue una mala decisión. El club podría haber subsistido sin la necesidad de ser vendido. Desde que llegó Peter Lim es una decadencia absoluta. Peter Lim no es capaz de callarme la boca".
Además, Santi Cañizares ha respondido a las siguientes cuestiones:
"A mí la vida me sorprende. Nunca pensé en un libro para contar mi vida. Con César y con Alfonso, hice esfuerzos de memoria grandes. Hay cosas que no me acuerdo. Cuando me junto con jugadores de hace años, hay cosas que no me acuerdo. Tiene que ver con cosas que me han pasado en mi vida. El más gordo: el fallecimiento de mi hijo. Hizo que reseteara. Lo que hay es rigurosamente lo que yo pienso. Soy una persona sincera. Lo que hay es lo que sinceramente mi cabeza me dice".
"Creo que muchos porque la tranquilidad jugando de retirado te hace darte cuenta que todo lo que sucedió en mi carrera no tenía tanta trascendencia. Perdíamos un partido en Mestalla, no quería salir, me daba vergüenza y vivía obsesionado. Cuando pasa el tiempo, ves que solo disfrutaste de los éxitos. Cada vez que recuerdo todo lo que he sufrido, pienso: 'He sido tonto'. Me lo tendría que haber tomado con más calma. Me gustaría haber cambiado el relato de la final de Champions. Me crié en la cantera del Madrid y soñaba con ganarla. Cuando vine al Valencia, no esperaba pelearla y jugamos aquella final en Milan. Me hubiese gustado otro final y que el Valencia CF hubiese escrito con letras de oro en la Champions League. Lo tiene en letras de plata, que no está mal. Fue bonanza para todo. El que se quiso quedar, aumentó su contrato, fue leyenda. El que se fue, dejó fichajes. Hubiese sido muy bonito y estuvimos muy cerca. Había un capullo que era Oliver Kahn que no nos dejó".
"Yo cuando lo he visto me ha dado vergüenza. Ponerme a llorar de esa forma. Lo de la medalla... a lo mejor es que nunca han estado ahí. Solo me he quitado esa. Y es que me jodía mucho. Más allá de la medalla, me avergüenzo de haber llorado aquel día. Me pasé".
"Santi niño estaba obsesionado con jugar al fútbol. Cualquier cosa que le hubiese explicado le hubiese entrado por aquí y salido por aquí. Es de las cosas más bonitas que me ha pasado en la vida. Mi vocación se convirtió en una profesión. Necesitaba ganar muchas cosas para sentirme contento. Santi pequeño no me hubiese escuchado nada. Tenía los oídos un poco taponados".
"Luis Enrique está capacitado para ello. Y lo necesita. Parece muy duro, guarda distancias con mucha gente, es muy vehemente. Yo he sido compañero suyo. Se enfada con facilidad, pero no guarda rencor. Es un tipo con un gran corazón del que se pueden rescatar muchas cosas. Si alguien ha sabido llevarle a la calma y le ha dicho que a través de las nuevas tecnologías se puede tener contacto con los aficionados, ¿por qué no? Nos va a contar su verdad y lo que a él le nazca de dentro. Los nuevos tiempos vienen así".
"Yo cuento en el libro que mi presencia en los medios fue accidental y cuento cómo se produjo. Encontré una manera fantástica para seguir ligado al fútbol y tener tiempo para mi vida. El fútbol me absorbía física y mentalmente. Opino de fútbol como lo siento. Hay gente que le encanta y me lo dice por la calle. Hay gente por redes que me critica. Es el escenario en el que nos movemos. La suerte que tengo es que lo hago con gusto".
"Echo de menos tener la energía de poder ser futbolista. Solo me volví a poner los guantes porque me obligaron mis hijas en el partido de leyendas porque perjuré que no me volvería a poner los guantes tras mi último partido".
"Es igual que yo. Muy parecido a mí. Personalidad, ansiedad por jugar y hacerlo bien, dedicación absoluta. Prácticamente no tiene vida. Habló con él todos los días. Es él el que me pregunta. La suerte que tiene que no tuve yo es que tiene a alguien que le diga que si va por ahí se va a equivocar. En la ansiedad, es mejor persona que yo. Un chaval my tierno, sensible y más agradable que yo. Creo que él está intentando hacer cosas grandes para dedicármelas porque está muy agradecido de la educación deportiva que le he dado. Tiene ganas de hacer las cosas bien por su padre y yo a veces le quito esa presión. Yo estoy muy orgulloso de todos mis hijos porque me dan más alegrías que tristezas".
"Ha cambiado muchísimo toda mi vida. Llevo 24 años. Seis de mis siete hijos son valencianos. Parece aquella rueda de prensa de Benítez, que para que todos estuviesen contentos dijo que sus hijas eran falleras. Me formé en el Madrid, en el celta lo perfeccioné y el Valencia se llevó el trabajo previo porque supo contratarme en el momento que debía. Encontré el lugar que andaba buscando: un equipo como el Valencia. En mi época, hubo una gran organización con muchos menos medios de los que hubo luego y disfruté muchísimo. Yo no soy valenciano, pero me siento aquí acogido y me invitan a muchos cafés todavía. Hay gente agradecida y yo tampoco soy un delincuente".
"Aquellos años cuando hagamos las Ligas. Fueron los años más felices. Nos reíamos de Benítez cuando en enero decía que podíamos ganar LaLiga. Las logramos y la segunda la celebramos como si fuese algo habitual. Echamos de menos no haber ganado la Champions. Fue una época maravillosa. Ese sentido de pertenencia que teníamos era muy bonito y nos sentíamos orgullosos de que nos conocieran. Éramos unos fenómenos. Luchábamos contra los más grandes y a veces les ganábamos".
"Debería agradecer públicamente a Iker y a Fabián y a todas las personas que hemos llamado porque nos han atendido bien y de forma cariñosa. Solo ha habido uno que no nos ha atendido".
"Le veo todas las opciones porque creo que su fortaleza viene con su idea de juego. Pero es una idea que cuando se enfrente contra equipos inferiores, lo normal es que gane. Cuando se enfrente contra equipos de gran talento, se le va a hacer muy incómodo a ese rival. Yo no soy fan de ese sistema ni que me vuelva loco, pero eso le va a resultar muy incómodo a cualquier selección de gran calado porque no les gusta recuperar la pelota, lo pasan mal. Es lo que vi en la Eurocopa. El que marque las diferencia en las áreas ganará Tenemos un arma muy importante que es el estilo".