Gayà alcanza los 250 partidos ligueros con el brazalete puesto, en el peor momento de su carrera en el Valencia ocupando puestos de descenso pero con la oportunidad de convertirse en el 'one club man' intacta. El capitán del Valencia CF sigue batiendo récords después de que cumpliera el pasado octubre 300 partidos oficiales con la elástica che. El de Pedreguer llega a una cifra redonda ante el Athletic Club, en un día extraño, que le hace, por ejemplo con Javier Subirats, y ve de cerca a Fernando Giner (257), Robert Fernández y Antonio Puchades (258), Rubén Baraja (263) o Paco Camarasa (266).
El capitán del Valencia CF va por su novena temporada -la décima desde su debut en Copa- desde aquel día del mes de abril en el que debutó en Mestalla contra el Atlético de Madrid. Era el 27 de abril de 2014, ante el líder, contra el que fue su ídolo de la infancia, David Villa. Casi nueve años después, la situación es bien diferente: Gayà suma partidos, pero ve al equipo batirse el cobre por salir de los puestos de abajo de la tabla. Ello, unido a la manifestación que tiene lugar en las afueras del estadio, hacen que sea un día un tanto triste.
El último partido de Gayà ha dado que hablar. Fue el que más participó en su equipo
Gayà [@jose_gaya] en 📈.
🗣Jugador con + tackles (6) del partido, con + acciones que generan remate (6), con + pases al área (4), + centro al área (3), …
📍+ 7 pases progresivos recibidos, y el jugador del @valenciacf con más contacto con el balón.@VCF_Blog pic.twitter.com/ODGK3RhNNU
— Javi M (@iojavime) February 12, 2023
Pero también al que unas declaraciones captadas por las cámaras dirigidas a Diakhaby que algunos han interpretado como un gesto descortés hacia la grada o dudando de su valencianismo, cuestión esta poco probable cuando Gayà acaba de renovar y ha acreditado su sentimiento desde hace 250 partidos.
🎥 Las cámaras de @Gol captaron esta escena entre Gayà y Diakhaby al final del partido
🔥 El @valenciacf está en zona de descenso tras perder ante el @AthleticClub
📺 #DirectoGol pic.twitter.com/wPgRIuSoc1
— Directo Gol (@DirectoGol) February 12, 2023
En tiempos en los que el Valencia CF no es habitual en Europa, Gayà hace camino en la competición doméstica y puede batir todos los récords aunque no tenga la posibilidad de jugar cada tres días. De los 249 partidos momentáneos que acaban en Girona, Gayà ha ganado 101 (40,4%), ha empatado 73 (30,2%) y ha perdido 76 (30,4%).
Gayà ha ganado 101 (40,4%), ha empatado 73 (30,2%) y ha perdido 76 (30,4%) de los 250 partidos disputados hasta la fecha
Cifras que le bastarían al Valencia para asegurarse no perder la categoría en lo que queda de Liga. No en vano, las temporadas más prolíficas en cuanto a partidos y minutos jugados son la 2014-2015 (35 de 38 jugados) y la 2018-2019 (35 de 38 jugados). Se recuerdan ambas campañas porque el Valencia pudo clasificar a la UEFA Champions League, tanto con Nuno como con Marcelino.
Hace tiempo que Gayà asumió galones en el equipo, pues empezó a lucir el brazalete como capitán tras la marcha de Dani Parejo en el verano de 2020 y actualmente es una de las referencias tanto dentro como fuera del terreno de juego. Tiene apenas 27 años, quizás una década por delante aunque firmado tiene un lustro, hasta el 2027. Su mayor éxito deportivo con el Valencia fue el título de Copa del Rey obtenido el 25 de mayo de 2019, el único hasta la fecha después de poder repetirlo el pasado mayo en la Cartuja.
Tras su deseada renovación, el rumbo del equipo ha cambiado. Ahora debe pelear por la zona baja. No hace tanto tiempo desde que David Villa le entregara la camiseta conmemorativa de sus 300 partidos oficiales con el Valencia en el choque de la jornada 12 ante el FC Barcelona. Desde entonces, todo ha sido una pesadilla para él: una lesión que le privó del Mundial, un penalti fallado en la Supercopa y un equipo abocado a luchar por la permanencia.
El lateral alicantino sigue haciendo historia en el club valenciano, al que desde los 11 años sus padres le llevaban a Valencia desde su Pedreguer natal, a cien kilómetros de casa, todos los días en los que había entrenamiento. Aquella ilusión es esta noche sufrimiento y, tal vez, algo más de alivio si es que los de Voro consiguen la victoria.