El Valencia se enfrentará al Atlético de Madrid por el jornada 26 de La Liga Santander, un duelo que pondrá cara a cara al rey de las victorias por la mínima contra el rey de las derrotas por la mínima. El lastre de los fracasos por un gol persiguen al equipo che, que tendrá que romper la estadística ante la costumbre colchonera de ganar con solo un tanto, hasta en seis oportunidades y por lo general en el segundo tiempo, tal y como ya pasó en la ida en el Mestalla (0-1).
La vuelta de Cavani podría ser la respuesta para conseguir el gol, así como las ganas de Hugo Duro ante su rival favorito de La Liga o Fran Perez que quiere comerse a otro grande y ganarse un lugar en el once de Baraja. Las intenciones del Valencia serán las mismas de siempre, luchar hasta el final, pero esta vez con el incentivo de mantenerse fuera del descenso y alejar los fantasmas, un partido que podría ser la salvación. Será el enfrentamiento entre Simeone y Baraja, bajo un mantra técnico muy parecido, defensa férrea y portería a cero, a partir de ahí, tratar de sumar. Justo con este planteamiento que el Pipo ha copiado ha conseguido sus dos primeras victorias como entrenador de primera: con un gol en propia puerta ante la Real Sociedad y con un tanto de Kluivert contra Osasuna.
El Valencia CF ha perdido 13 de los 24 encuentros de LaLiga Santander a estas alturas de la competición. Es un balance paupérrimo que no entraba ni en los peores presagios del club y de los aficionados a principios de temporada. Ocho de ellas se han producido por un resultado de 1-0 (o 0-1). Las lecturas pueden ser dos: que el Valencia siempre se ha quedado cerca de mejorar el resultado y en muchos casos ha merecido evitar la derrota; y la segunda alude al bloqueo mental del que no ha conseguido remontar un partido desde hace un año y medio.
Es evidente que el 1-0 lleva lastrando al Valencia durante los últimos meses de competición. Si bien es cierto que hubo partido que no mereció más (Cádiz, Girona en Montilivi o Valladolid), hay otros en los que se quedó a un palo o una intervención arbitral de puntuar. El caso del Barcelona-Valencia fue flagrante, pero Marcos André se topó con el palo en la jornada 2 en San Mamés o el mismo Fran Pérez fue el autor de un gol anulado en el Coliseum.