A dos días de la final en Balaídos, a la que el Valencia CF podría llegar incluso en puestos de descenso, Rubén Baraja cambia el plan que venía siguiendo el equipo las jornadas previas y, de forma sorprendente, los jugadores ni siquiera han saltado al terreno de juego para entrenar con balón. Este viernes han acudido todos a la Ciudad Deportiva de Paterna, pero únicamente han hecho trabajo de gimnasio en el horario previsto. Han cambiado el césped y la pelota por las pesas y ejercicios más físicos. Esto hace, además, que siga la incertidumbre con Hugo Duro. El delantero madrileño ya tocó balón este jueves y será mañana la última prueba que tenga para probarse y ver si puede estar disponible para Vigo.
Aunque lo cierto es que Hugo Duro no está dando el nivel que debe de cara a puerta, es un jugador importante para el equipo. Más todavía si se tiene en cuenta que no estarán en Vigo ni Edinson Cavani, sancionado, ni Marcos André, lesionado. Al factor de que lleva arrastrando problemas físicos durante la semana se le debe unir la que viene siendo la máxima de Baraja desde que tomó las riendas del vestuario: no forzar. Habrá que ver qué decide el Pipo.
Rubén Baraja ya sabe que tiene tres bajas seguras. Thierry Correia y Edinson Cavani están sancionados, mientras que Marcos André todavía se recupera de su operación en la rodilla. La inclusión de Hugo Duro en la convocatoria dependerá del estado del jugador y siempre con esa máxima de no forzar jugadores en esta recta final del campeonato. Ahora bien, la necesidad de tener delanteros, pese a que Kluivert está ya recuperado, es incesante. De no estar el madrileño, Alberto Marí sería el único punta disponible.