El Valencia CF, más en concreto Baraja, se echó en manos de sus canteranos y logró una victoria trascendental para el futuro del club. El técnico apostó de inicio por darles la titularidad a Javi Guerra y Diego López y este se inventó la asistencia del 0-1. Después, cuando peor estaba, sacó a Alberto Marí, otro canterano de la chistera y logró el definitivo 1-2 que permite respirar en la tabla a los valencianistas.
El Valencia visitaba al Celta de Vigo con un claro objetivo: mejorar sus números fuera de casa y sumar tres puntos más que le alejen del descenso. Desde el principio, como fuimos contando durante la retransmisión en directo del duelo, la cosa tenía buena pinta.El primer gol, con recuerdo al Patata incluido, lo había marcado la afición desplazada a Vigo. Faltaba la puntilla. Hugo Duro se cayó de inicio y Baraja no dudó: Diego López de inicio
Y la apuesta le empezó a dar rédito desde el princIpio. El joven canterano se escapó por la banda derecha y la puso perfecta atrás para que Kluivert batiera de disparo cruzado a Iván Villar.
El Celta no sólo no se amilanó ante el ímpetu valencianista y empezó a dominar el partido. Con más posesión, empezó acumular llegadas y a probar a Mamardashvili. El partido al cuarto de hora estaba claro: el Celta dominaría y los de Baraja buscarían la contra. Así tuvo varias ocasiones más para ampliar su renta, pero Kluivert, Diego López o Lino, el tridente ofensivo de este domingo, no acertó.
En el área propia iorgi y los centrales se multiplicaban, pero tener por delante un doble pivote como Javi Guerra-Nico González ayuda y mucho. Gracias a eso, el Valencia logró llevar el partido al ecuador sin más sobresaltos.
Tras el paso por el vestuarios, el temor en la hinchada valencianista es que el equipo encajara en el primer cuarto de hora, como suele ser habitual. Y, tras un primer aviso de Samuel Lino, los de Carvalhal se fueron a por el empate convencidos de la debilidad manifiesta de los de Baraja. Mamardashvili salvó un gol cantado de Seferovic.
La respuesta fue una contra que André Almeida puso franca a Kluivert, pero Renato Tapia la rebañó cuando el neerlandés saboreaba el segundo. Después fue Diego López quien tenía la suya pero la sacó Villar bajo palos. La juventud que ha metido Baraja en su once le ha dado otra chispa al equipo pero como siempre, el que perdona, acaba perdiendo. En una jugada aislada, en un córner, Seferovic empataba de cabeza (1-1). De nuevo a balón parado sufría el Valencia un gol y ya van 14.
Baraja sentó a Lino y Diego López, el mejor hasta el momento, fundidos y sacó a Lato y Yunus Musah. Después haría lo propio con Nico e Ilaix Moriba porque el Valencia había desaparecido tras el empate.
Óscar Rodríguez sacaba una falta al palo. El Valencia se diluía como un azucarillo y Baraja apostó por dos jóvenes más: el canterano Alberto Marí y Hugo Duro y se sentaron Kluivert y Javi Guerra.
El empate no bastaba a ninguno de los dos equipos y el nuevo giro de Baraja hacia la juventud le volvió a dar resultados. Alberto Marí, con un cabezazo impecable, hacía el 1-2 tras un centro medido de Foulquier. Quedaban cinco minutos, un mundo, y el Celta apretó. Gabriel Paulista fue expulsado por doble amarilla y el Valencia iba a terminar sin cambios, con uno menos y sin centrales. Más épica no pudo ser la victoria
Muy notable Diego López. El flanco más vulnerable del VCF se convirtió en el más fuerte, por su ayuda en defensa.