Y Mestalla explotó

Y como lo pidió Baraja... Mestalla explotó. La afición respondió al llamado del Pipo con prácticamente la mayor asistencia al templo valencianista de toda la temporada, 46.002 personas presenciaron la visita del Real Madrid que terminó con la victoria che 1-0. Partido 2020 del Valencia en Mestalla (1315 victorias) y el número 100 ante el Madrid, un día después del cumpleaños cien del templo valencianista.

La atmósfera de Mestalla alcanzó su máxima expresión y se convirtió en una caja de explosivos, miles de gargantas unidas en un coro ensordecedor que fue un auténtico infierno para el rival, que no pudo respirar ante la presión. Un reflejo de lo que se vio en el campo, como se nota cuando el equipo che tiene la gasolina de su afición, el Valencia salió a ganar y lo consiguió. Si Mestalla ya había sido una caldera, el último cuarto de hora la situación se desbordó tras un balón que entró al campo e interrumpió un ataque del Madrid, el partido se detuvo casi diez minutos, tiempo en el que los aficionados gritaron más que nunca y cargaron contra Vinicius, que terminó expulsado.

La afición lo fue todo, se vivió un ambiente frenético que marcó el rumbo y el final, se aplaudió al Valencia y se reclamó todo lo que fuera en su contra, hasta las protestas contra Lim quedaron a un lado con lo caliente que terminó el enfrentamiento. Los jugadores del Valencia más que nunca fueron ovacionados, el autor del gol Diego Lopez, se llevó una muestra de cariño máxima.

Aunque las protestas contra Lim terminaron olvidadas con tanta polémica, no pasaron desapercibidas durante el inicio del partido, miles de voces de unieron al grito de "Peter veta ya", en muestra de su descontento. Al final del partido, los jugadores se despidieron dando la vuelta de honor al campo, y fueron despedidos de pie y con una ensordecedora celebración, ante la victoria que puede significar la salvación.

Mestalla explotó de cantos contra Lim y Vinicius

Las protestas contra el máximo accionista del club no pasaron desapercibidas, en varias ocasiones el equipo jugó al ritmo de "Peter vete ya" y otros cánticos con los que los fanáticos expresaron su descontento con la directiva, pero finalmente el foco se pudo en otra parte lejos de las protestas.

Los pitos a los jugadores del equipo rival, a cada acción del arbitro y a cada jugada hicieron pequeño a un Real Madrid que cada vez que tocó el balón fue intimidado con la voz de un estadio entero en contra. Vinicius, como de costumbre, se llevó la mayoría de los insultos. El extremo brasileño fue perseguido todo el partido con un rechazo generalizado y se llevó lo peor del valencianismo.

Las palabras de Baraja fueron la ley en este partido "Tenemos que estar extramotivados no porque jugamos ante el Real Madrid sino porque jugamos en casa, con nuestra, gente, necesitamos ganar y tenemos que estar concentrados en los detalles".. pues cada pitido, falta, mínima acción de contraataque o de defensa fue un motivo para que el Mestalla subiera al máximo los decibelios en apoyo a su equipo.