Una semana después de un Centenario que acabó con su nombre envuelto en polémica, Mestalla se viste de gala. El estadio con mayor historia de la Primera División acoge este domingo su partido más importante en décadas para el Valencia CF: del resultado ante el RCD Espanyol dependerá en buena parte la salvación. Y, pese al cierre parcial y momentáneo de la Grada Mario Alberto Kempes, todo apunta que volverá a hacer ver la buena salud de que dispone en el centro del desencuentro con la propiedad o contra los organismos federativos. Se espera la mejor entrada de la temporada a la espera de la cautelar tras la sanción del Comité de Competición.
La permanente de la Comisión Antiviolencia ha acordado declarar de alto riesgo el partido Valencia-Espanyol, correspondiente a la trigésima séptima y penúltima jornada de LaLiga Santander.
Se trata de un encuentro trascendental en la lucha por la permanencia de ambos equipos. El Espanyol es penúltimo con 35 puntos, a tres de la salvación, y el Valencia es decimotercero con tan solo dos de renta respecto al descenso.
Además, el partido llega después de los insultos racistas proferidos hacia el madridista Vinicius Junior y la sanción impuesta al Valencia del cierre de la Grada Kempes, rebajada por el Comité de Apelación a tres partidos.