La relación entre la afición del Valencia y Peter Lim es definitivamente insalvable. El máximo accionista de la entidad ha vuelto a las andadas repitiendo por pasiva y por activa los mismos errores de los últimos años. Y es que cuando parece que el mercado cobra fuerza para conseguir al fin reforzar la plantilla, la sombra del propietario vuelve a entrar en escena para frenar en seco todo tipo de operaciones cerradas que le puedan suponer, por pequeño que sea, un coste a sus bolsillos.
La indiferencia que le genera las necesidad del equipo pesa cada vez más pues el rumbo es desolador, la imagen se deteriora y el club coquetea con el infierno de la segunda división. A sabiendas de la situación que vive el Valencia, la urgencia de los refuerzos y tras varios episodios que se han ido repitiendo desde hace cinco años, Peter Lim sigue sin autorizar operaciones cerradas como la de Amallah, Marcos André y Sergi Canós.
ElDesmarque Valencia elabora una recopilación de las cinco grandes decepciones de Peter Lim en el club de Mestalla:
¿Cómo destrozar un proyecto que funciona? La respuesta la tuvo Peter Lim cuando tomó la decisión de regalar a futbolistas de la talla de Dani Parejo, Francis Coquelin o Rodrigo Moreno un año después del título Copa de 2019. Primero fueron Marcelino y Mateu Alemany y posteriormente todos los jugadores que le defendieron. Albert Celades le sustituyó durante el año de 'transición' por la inoperante decisión del propietario hasta que llegó la limpieza.
Javi Gracia llegó al club en un verano de promesas que nunca se llegaron a cumplir. La entidad le prometió que, pese a la masiva salida de las estrellas del mejor Valencia de la última década, le traerían refuerzos y el técnico pidió a un futbolista de la talla de Etienne Capoue. Sin embargo, se cerró el mercado y el entrenador navarro se quedó completamente solo ante el abismo, con muchas promesas incumplidas en forma refuerzos que nunca llegaron. A punto estuvo de dimitir pero por compromiso con la plantilla y con la afición decidió quedarse para tirar del carro. Poco pudo hacer con una plantilla tan deteriorada y después del desgaste que le supuso aguantar tantas mentiras.
El aterrizaje de José Bordalás supuso un soplo de aire fresco para una afición que por fin tenía un clavo al que aferrarse. Y es que, pese a que el club esta vez si reforzó la plantilla del alicantino con futbolistas que él mismo pidió, nunca terminó de cerrar su gran exigencia como entrenador del Valencia: el mediocentro defensivo. Peter Lim volvió a dejar a Bordalás sin un '6' y el club de Mestalla lo sufrió a lo bestia. Todavía se sigue buscando ese 'stopper' en el equipo. Además, el técnico alicantino alucinó cuando pudo ver a Kang In Lee con sus propios ojos pero incomprensiblemente el Valencia decidió dejarlo marchar. Bordalás no podía creérselo, tal y como reconoció en una entrevista para Relevo hace unos meses.
Gennaro Gattuso reclamó refuerzos el pasado mes de enero pues la plantilla se había caído por completo y el equipo necesitaba urgentemente ese pivote que seguía sin llegar. Pese a las promesas realizadas al italiano, el Valencia volvió a incumplir y el equipo se quedó sin fichajes. Gattuso tomó la decisión de bajarse del barco por orgullo propio.
Peter Lim bloquea los fichajes del Valencia CF, a Sergi Canós, Selim Amallah y Rafa Mir hasta que salgan más jugadores vendidos como Marcos André, Castillejo, o Racic. Aunque la previsión era que, con las salidas de Cavani y Yunus Musah hubiera espacio en la plantilla para incorporar al menos a dos de ellos, la última decisión que llega desde Singapur es que el Valencia empiece LaLiga con la plantilla que presentó en el Trofeo Naranja y sin más refuerzos que Pepelu.