Mouctar Diakhaby está de dulce. El nuevo Patrick Vieira del equipo fue uno de los destacados ante el Sevilla, dónde jugando como mediocentro, marcó el gol que abría el camino de la victoria. Su posición en el campo, su responsabilidad, lo que quitan tiempo para darse un baño de masas cuando salió de Sevilla o para completar un divertido test sobre algunos secretos del vestuario.
El central reconvertido en centrocampista, con una sonrisa contagiosa de oreja a oreja, se ha decidido a contar algunos secretos confesables del grupo. Ahí van sus respuestas que tienen protagonistas muy diversos. Algunos, inesperados, la verdad:
El más bailarín: Foulquier.
El más tardón: yo.
El bromista: Hugo Duro.
El más rápido: Thierry Correia.
El que mejor viste: Thierry
El que más series y pelis ve: Jaume.
El mejor en videojuegos: Gayà, que le gusta mucho jugar
El que sobreviviría a un ataque zombi: yo.
Entretanto, el buen ambiente se ha instalado en el vestuario y se nota en los comentarios en redes sociales. El nuevo rol de Diakhaby, jugando como mediocentro, ya despertó las coñas y las comparativas cuando se estrenó ante el Alavés. Ahora es Thierry Correia quien bromea con Diakhaby sobre el asunto.
Al salir la alineación, la duda era conocer si Diakhaby iba a jugar de central en una defensa de 5 hombres o si iba a volver a jugar en el centro del campo. En pretemporada ya se vio al franco-guineano jugando en el doble pivote. De hecho, lo hizo frente al Alavés y también lo hizo con Pepelu al lado. Desacostumbrado a jugar tan adelantado, nuevo '4' del Valencia se vio algo desubicado y sobreexcitado al principio, lo que le provocó una amarilla antes de los diez minutos, algo que le podría condicionar durante el resto del encuentro. Sin embargo, a Baraja la decisión le salió cara. A la media hora de juego, Diakhaby entraba en el área, Almeida le ponía el pase y el central, con la zurda y de una manera ortopédica, ponía el balón fuera del alcance de meta rival y ponía al Valencia por delante en el marcador. Según el analista Javi Mera recuperó 19 balones, confirmando ahí que su apuesta de Baraja fue redonda.