El Valencia CF dejó perder este domingo la oportunidad de hacer un nueve de nueve que no se da desde hace más de una década. Un equipo muy limitado en muchas posiciones, cuantitativa y cualitativamente, volvió a demostrar que siendo fiel a una idea del juego, la de Rubén Baraja, se puede ser superior a tu rival sin necesidad de tener mejores jugadores. Y es que el elenco del Pipo se mereció ganar, sobre todo con una segunda mitad que levantó a Mestalla y en la que estuvo a punto de remontar. Sergio Herrera fue el culpable de que eso no ocurriese. Después, en el descuento, marcó Nacho Vidal el tanto de la derrota, que fue un mazazo para los jugadores y la afición valencianistas.
En lo que se refiere a cuestiones puramente futbolísticas, cabe destacar el esquema que se remarcó al menos en salida de pelota y en ataque. Una especie de 1-3-5-2 que el propio Arrasate comentó que le costó defender. Thierry Correia se quedaba de cierre mientras que Gayà ocupaba todo el carril izquierdo.
Baraja fue claro en rueda de prensa al analizar cómo había visto el partido: "A mí me ha sentado mal cómo hemos perdido hoy por lo que hemos visto en el partido. Analizando el partido, no hemos entrado al ritmo que tocaba, hemos concedido la acción del penalti y nos ha hecho ir a contracorriente del partido que buscábamos. Hemos llegado bien al descanso y en la segunda parte, hemos generado ocasiones y el empate. Tendría que haber sido antes por ocasiones y luego incluso hemos podido ganar el partido con la acción de Javi Guerra. Y me enfada la última acción. Pasan cosas que no podemos permitir si queremos sacar puntos. Luego nos ganan las dos acciones en el córner".