El último jugador en llegar al Valencia CF, después de que lo hiciera oficialmente, y a contrarreloj, hace un mes, el pasado uno de septiembre. Desde que llegó a la capital del Turia, Roman Yaremchuk, no ha contado con muchos minutos para lucirse. El parón de selecciones, una lesión y el buen estado de forma de Hugo Duro, lo mantuvieron en el banquillo hasta que, el pasado miércoles, debutó ante la Real Sociedad en Mestalla, en la jornada intersemanal. El ucraniano tan solo contó con apenas 16 minutos para hacerse de notar y, aunque no consiguió arañar el empate, a pesar de que estuvo cerca de hacerlo, pareció convencer a Rubén Baraja. Por ello, tan solo cinco días después, Yaremchuk consiguió un hueco en el once inicial y debutó como titular en Sevilla en el partido ante el Real Betis.
El jugador demostró ante la Real que no necesita mucho tiempo para crear ocasiones de peligro, pero no pudo hacer lo mismo ante el Betis, a pesar de que, esta vez, tuvo 45 minutos por delante. A pesar de que el ucraniano lo intentara, la falta de rodaje hizo mella en su juego. La asociación con André Almeida, que trató de combinar con el "17", para que el delantero rompiera líneas, parecía no cuajar sobre el verde bético. Lo que provocó que el Valencia CF no pudiera despuntar en ataque, sobre todo en la primera mitad, en la que Javi Guerra no pudo soportar todo el peso ofensivo de su equipo.
Aún así, el juego del ucraniano, que no fue efectivo ni de cara a puerta, ni de cara al gol, dejó ver algunos detalles de calidad que animaron al equipo a confiar en su última incorporación, que fue de más a menos con el paso de los minutos. Yaremchuk, al igual que el resto de sus compañeros, no tuvo otra que adaptarse a las necesidades del equipo. Por lo que puso verse al ucraniano, casi en la última línea, defendiendo junto a Cenk y Paulista.
El ucraniano no volvió al césped tras el descanso y en su lugar entró Hugo Duro. Tras 45 minutos de partido, la última cara nueva no convenció a su entrandor, que optó por el "9" para tratar de recuperar protagonismo ofensivo. Una idea que quedó más que clara, puesto que junto a Duro, también entró Diego López, en lugar de Pablo Gozálbez.