Diego López acabó "triste y jodido" en San Mamés. Su dolor, su pena era la de todo el valencianismo. El Valencia CF se enfrentaba al Athletic Club en San Mamés y Baraja apostó por repetir el mismo once que utilizó el pasado lunes ante el Cádiz en Mestalla. Diego López que fue titular el último partido, este lo volvió a ser. El jugador tiene un nuevo rol en el esquema de juego y es que Baraja ha optado por usar al joven jugador como segundo delantero acompañando a Hugo Duro. El equipo salió con una presión muy adelantada y Diego López tuvo que estar muy presionante a los defensores rojiblancos. El partido no estuvo controlando por ningún equipo y los contraataques marcaban el ritmo del duelo. Diego López no consiguió ninguna ocasión para definir en la primera mitad, pero dio un pase clave a Hugo Duro que salvó Unai Simón.
La segunda mitad del asturiano fue buena en la parcela ofensiva. El "guajín" destaca por su calidad con balón y por no tener ningún problema en regatear o marcharse por velocidad. El jugador intentó el gol y también repartirlo a sus compañeros, pero no consiguió transformar ninguna ocasión. Finalmente, tras la remontada del Valencia CF fue sustituido por Hugo Guillamón para dibujar un equipo más defensivo y tratar de defender el resultado.
Al final del choque, Diego López no podía ocultar su pena por el resultado:
Triste y jodido por el resultado final pero orgulloso por el esfuerzo y el trabajo del equipo ante un gran rival.
Semana de copa! Amunt!🦇🧡❄️ pic.twitter.com/c0CdxnMNmG— Diego (@Diegolopez_n9) October 29, 2023
Con todo, lo más curioso es que desde hace varios años lleva un vendaje de compresión en su mano izquierda. Este vendaje lo lleva por necesidad y precaución, quizá también como amuleto. Todo surgió en la cantera de Mareo, en Gijón, dónde empezó a hacer sus primeros pinitos. Allí, después de darse un golpe en su mano durante la disputa de un partido, quedó resentido de esa zona y al apoyarse en una caída le duele. Por tanto, este vendaje le sirve como protección ante cualquier golpe o apoyo fuerte, pero también lo hace inconfundible en el terreno de juego.