El Valencia CF ha convocado a su junta de accionistas para el próximo 14 de diciembre. En ella, aunque con un año de retraso, se aprobará que todos los accionistas del club podrán acceder a las siguientes convocatorias. Además, se someterá a debate y aprobación el balance del curso que terminó y el presupuesto de la temporada 2023-24. El club presentará para aprobar unas cuentas que arrojan 6.9 millones de euros, una reducción ostensible respecto a los 46 millones de la temporada pasada.
El presupuesto para la campaña próxima baja, estableciéndose en 99 millones de euros, se espera que acabe equilibrado tras vender jugadores por valor de 24 millones de euros, una parte de los cuales ya se han vendido este verano (Yunus Musah). Hay que recordar que el del año anterior fue de 106 millones y arrojaba unas pérdidas de 46 millones más.
El Valencia cierra el año con 6.9 millones de ,pérdidas a pesar de que en verano cerró el mercado de fichajes con sólo cuatro caras nuevas y un margen en el Fair Play de alrededor de 9 millones que Peter Lim no permitió gastar para no endeudarse más.
El resultado antes de impuestos alcanza en este ejercicio prácticamente el punto de equilibrio presentando 1,2 millones de euros de pérdidas (6.9 después de impuestos). Las pérdidas se han visto reducidas de forma significativa comparadas con las pérdidas alcanzadas en el ejercicio anterior de, algo que permite al Valencia CF alcanzar prácticamente una situación de casi. equilibrio antes de impuestos cosa que no sucedía desde el ejercicio 18-19.
El Valencia CF cerró el ejercicio pasado con 121 millones de ingresos, quince más de lo previsto. Suben los ingresos por competiciones de 6 a 12 millones de euros; suben los ingresos de socios de 11 a 15 millones, también los ingresos por ventas en las tiendas y por publicidad.
Un año más, la principal fuente de ingresos fue el contrato televisivo, por el que la entidad recibió 67 millones de euros (70 fueron el año pasado), mientras que el gasto en plantilla sigue siendo la principal carga con un valor de 74 millones de euros, cuando la campaña anterior era de 84 millones de euros. El gasto en salarios se ha reducido 10 millones pero se ha bajado mucho en amortizaciones.
Es el gran ítem en el presupuesto es que este año, al fichar menos, el Valencia prevé pagará 17 millones de euros de amortización de adquisición de derechos de jugadores (dinero pendiente por pagar en los fichajes y el año anterior era de 41).
Los ingresos por abonados y socios suben hasta 15 millones de euros (el año pasado eran 11) mientras que la previsión del dinero que entró por por publicidad, comercialización y tiendas subió. El regreso del turismo y el apoyo de la fición han siudo claves.
El gasto de personal no deportivo se mantiene alrededor de 9.5 millones (9 millones había el año pasado en sueldos de consejeros y demás).
El Valencia está en una situación de bloqueo porque tiene una deuda muy alta que arrastra desde tiempos de Juan Soler, que se agrava por tener dos estadios, uno de ellos parado, y que en tiempos de Peter Lim no sólo no se ha solucionado, sino que se mantiene. Con todo, la situación ha mejorado respecto a los años anteriores La deuda total ha bajado de 365 a 335 y en la deuda neta de 341 a 297 millones.
Pese a la reducción experimentada en los últimos ejercicios, la deuda sigue siendo elevada y la amortización (pago de capital más intereses), con el aumento de los costes financieros y absorbe importantes recursos de la sociedad.
La deuda a corto plazo asciende a 134 millones de euros, que es realmente lo que preocupa a los accionistas, ya que es la que debe afrontarse en los próximos 12 meses.
Esta solución pasa necesariamente por reestructurar su deuda que sólo se puede hacer con las obras del Nou Mestalla en marcha ya que eso es un gesto de cara al mercado: el Valencia empieza a construir y, por ende, venderá Mestalla.
Los principales acreedores son los bancos que siguen ascendiendo a 118 millones de euros entre deudas a largo (94 millones) y a corto plazo (24).
Al margen, las cuentas no ocultan una preocupante situación económica que define que su capital circulante a -96 millones de euros. Es decir, lo que debe pagar en los próximos 12 meses.
El Valencia prevé unos ingresos para esta temporada de 99 millones de euros. Los ingresos por competiciones vuelven a reducirse hasta los 7 millones de euros. Los ingresos por abonados y socios se va hasta los 15 millones y los ingresos por televisión se reducen hasta los 59 millones de euros.
Se prevé que se estabilicen los ingresos por comercialización y publicidad (17.5 millones de euros)
De nuevo el gasto en plantilla, 60 millones de euros, será el principal gasto del club. Para cuadrar su presupuesto el Valencia prevé vender por 24 millones con tal de acabar el año sin pérdidas. De esos 24, buena parte se han ingresado ya este verano.