El Valencia CF cerró de la mejor forma posible un año 2023 que llegó a torcerse mucho y que puso en apuros al equipo por un más que posible descenso de categoría. El escenario no era, ni mucho menos, sencillo. Vallecas, donde los ché no ganaban desde hace 10 años, observó cómo el plan de Baraja funcionó a la perfección. Portería a cero y oxígeno para un Canós que se reivindicó. Sonrisas y alegría en el vestuario, más aún si tenemos en cuenta que el Valencia CF no ganaba el último partido del año desde 2018. En Mestalla todavía se recuerda el trallazo de Piccini en el último suspiro. Desde aquel día, el balance había sido de 3 derrotas y 1 empate.
Esta vez, a Canós le tocó ser el protagonista. Disipó de un zapatazo de folha seca todas las dudas que hubo sobre su llegada para adelantar al equipo en el marcador. En la celebración, el de Nules fue a la banda dio un beso al escudo que significa mucho. La mirada al cielo fue dedicada a su madre, su abuelo y "más personas". Tras una vida de valencianismo, se estrenó en el club de su vida.
El Valencia CF recibió a la SD Huesca el pasado 23 de diciembre de 2018, envuelto en una dinámica muy negativa. Los 'ché' lograron una agónica victoria por 2-1 gracias a un tanto en la última jugada del partido. Parejo anotó en la primera parte para los locales en un partido que parecía plácido, aunque el segundo gol no terminaba de llegar. Esto lo aprovechó el Huesca, que se vino arriba en la segunda parte y llegó a igualar con un penalti del Cucho Hernández.
Los aragoneses estuvieron a punto de rascar un histórico empate, pero el fútbol volvió a ser cruel con ellos y Piccini anotó con un trallazo en el minuto 94. A posteriori, esta victoria acabaría siendo la que impulsó al club de Mestalla a ganar el título de Copa y clasificarse a Champions tras un inicio de temporada muy gris.