El Valencia CF cumple 105 años jugándose la vida en tres frentes: del césped al Nou Mestalla pasando por la calle y Peter Lim

El Valencia CF celebra su 105 cumpleaños en medio de una crisis social, económica y deportiva y sin un futuro excesivamente claro. El cumpleaños de la entidad llega, una vez más, salpicado por juicios, desafección social y una situación deportiva que, aunque es mejor de lo que al principio de la temporada cabía esperar, dibuja un club pequeño y alejado de las glorias que tuvo a principios de siglo.

El Valencia CF se juega la vida en tres frentes: en el césped, dónde a pesar de la derrota en Villarreal sueña con volver a Europa tras cuatro años de ausencia, en la calle, donde la desafección social sigue y en la economía y los juzgados, con el estadio parado y la entidad empequeñecida cada vez más.

En ElDesmarque Valencia analizamos el presente del club cuando celebra estos 105 años de vida empezando por la situación sobre el césped que tiene varios nombres propios, pero destacan dos: Baraja en el banquillo y la Quinta del Pipo en el terreno de juego.

El Valencia CF se juega la vida en el césped

Aunque va mucho mejor de lo que se podía pensar a principio de temporada, cuando hasta la presidenta Layhoon Chan fijó el objetivo de la salvación, lo cierto es que el equipo se ha metido entre ceja y ceja llegar a la séptima posición e ir a Europa cuatro años después, La tarea no es fácil pese al esfuerzo titánico de un Baraja que ha confeccionado bajo su manto un grupo joven con apenas refuerzos que se deja la piel en el cada acción y que ha permitido al valencianismo sentirse orgulloso de su equipo otra vez. Es, sin embargo, una plantilla corta y bisoña que quedó eliminada de la Copa y que, ante cualquier percance como la lesión de Gayà de este domingo se tambalea.

Dicho esto, a día de hoy depende de sí mismo para ir a Europa y se ha ganado el cariño y la admiración de toda la afición y de toda España por su juego.

La lucha por el futuro sigue en la calle: manifestaciones a gogó fuera, y Mestalla a reventar

El Valencia CF cumple 105 años en una situación anómala, con su propiedad enfrentada a su masa social. La desafección de la afición hacia la propiedad se ha visto reflejada en los últimos meses en otra multitudinaria manifestación contra Peter Lim, en el mantenimiento de un minuto de protesta en cada partido que el equipo juega en casa (y fuera) pero también en diferentes denuncias en los juzgados e iniciativas como la de 112VCF. La intención de este grupo, pero también de la plataforma Libertad VCF es lograr que el máximo accionista venda sus acciones aunque este, a través de sus gestores en Valencia, ha repetido en infinidad de veces que no vende.

Hasta que llegue ese momento, la distancia cada vez es mayor. Basta darse un paseo por la exposición del Ninot (vídeo superior) o por las Fallas que hoy salpican de color e ingenio la ciudad para darse cuenta del nulo cariño que despierta Peter Lim, el máximo accionista singapurense.

Y también se la juega en los andamios: pendiente de las licencias y las fichas Nou Mestalla

También llega a este cumpleaños el Valencia CF jugándose la vida, principalmente la económica, cada día. Con una deuda total reconocida de 335 millones de euros. acabar las obras del Nou Mestalla es vital para la economía che. El estadio, 15 años parado, podría ver este año cómo se reanudan las obras pero, para ello, depende de que el club reciba las licencias de obras por parte del Ayuntamiento (será entre marzo o abril) y, sobre todo, que el consistorio apruebe o no las fichas urbanísticas que rigen la construcción del campo y el derribo del viejo Mestalla. Antes de llegar a ese punto, el Ayuntamiento, cansado de dudas e incumplimientos, ha encargado una auditoría externa para saber qué cuesta acabar el estadio y así evitarse sorpresas desagradables como que el Valencia empezara las obras y no tuviera dinero para acabarlas. El club, eso sí, llega hasta este cumpleaños tras haber liquidado toda la deuda que tenía con el Ayuntamiento para convertirse en dueño del solar (48 millones) y seguro de que si, política y urbanísticamente le aprueban los asuntos pendientes podrá retomar las obras y que el Nou Mestalla esté listo para el Mundial 2030.

Por si no es así, sigue pleiteando por la caducidad de la ATE; la anterior figura que le daba seguridad jurídica para acabar las obras y que la Generalitat tumbó en 2022 generando el vacío legal que ahora se negocia. Esta semana puede haber novedades.