Dani Gómez es un hombre feliz. Después de su primera titularidad en el Cívitas Metropolitano donde tuvo una mala actuación (como la del resto del equipo), este sábado en Mestalla todo cambió. El de Alcorcón marcó ante el Girona FC, con un zapatazo que se sacó de la chistera y que hizo estallar todo el estadio, su primer gol en Primera División 888 días después. El último lo anotó el 17 de abril de 2022 ante el Granada CF en la victoria 1-4 del Levante UD.
La casualidad ha querido que esta mala racha en la máxima categoría del fútbol español, en la que dicho sea de paso no ha estado estos años, se rompa tras 888 días, con toda la simbología que tiene este número según la tradición. En numerología, está asociado con la prosperidad y el éxito. Es considerado un número de energía positiva que indica que la abundancia (ya sea material, emocional o espiritual) está en camino. Otras creencias espirituales lo ven como una señal de que estás en alineación con el universo y a punto de recibir una recompensa por tus esfuerzos.
Sea como sea, lo que está claro es que a Dani Gómez le viene de perlas este gol para ganar en confianza y demostrarse que está capacitado para jugar en el Valencia CF. De hecho, su principal objetivo en estos meses de competición es ganarse el poder hacerlo durante más temporadas.
No hay que olvidar que Dani Gómez está en el Valencia CF en calidad de cedido durante esta temporada 2024/25 y que el club de Mestalla tiene una opción de compra de algo más de un millón de euros. En su rueda de prensa de presentación, ya habló sobre la posibilidad de quedarse más años: "Por supuesto, me encantaría que esto no fuera algo pasajero y que sean muchos más años. Es algo que me tengo que ganar en el campo y vengo mentalizado para ello".