"No había ninguna alternativa real a Peter Lim. Todo el mundo lo sabía, fue susto o muerte", explicaba en su día a ElDesmarque Valencia Juan Mercé, uno de los patronos que aprobó aquella venta y uno de los primeros en darse cuenta del error y en retirar su confianza al máximo accionista. La realidad es que el Valencia vive sumido en una crisis horrible llena de promesas incumplidas que van en camino de mandar al club a segunda división más pronto que tarde y que la salida no es sencilla.
Todo se originó en el contrato de compra venta. El patronato de la Fundación aceptó por unanimidad de sus patronos la oferta de Meriton de entre las cuatro finalistas que tuvo sobre la mesa como compradora del Valencia. El acuerdo abría la negociación entre Lim y Bankia sobre las deudas de club y fundación previas al cierre de la operación de compra venta. En principio eran 22 patronos, luego tres abandonarían (Juan Mercé, Eva Turanzo e Isabel Farinós) antes del acuerdo definitivo en julio de aquel año donde votaron diecisiete a favor y en contra el Ayuntamiento y la Diputación. Amadeo Salvo era el ,presidente del Valencia CF y Aurelio Martínez el de la Fundación.
Aquel día el patronato estudió los proyectos interesados en adquirir el club que previamente habían sido analizados por una comisión gestora creada al efecto en la que participaron la Fundación Valencia CF, el Valencia CF, Bankia y la Generalitat. Se estableció un listado de 20 puntos que debían superar las siete ofertas presentadas y finalmente aquel día se acordó vender sus acciones a Peter Lim a cambio de una serie de condiciones, la mayoría de ellas incumplidas.
En mayo de ese año, Aurelio Martínez anunció: "De los veinte criterios (del proceso de venta), Meriton cumplía 19. Con la propuesta de Meriton, al quinto año el Valencia CF tendría 28 millones de deuda, paga toda la deuda de la Fundación y da seis millones adicionales para sus actividades propias. Si nadie compra la parcela de Mestalla, él (Lim) pone dinero de alguna de sus empresas. Es el Valencia el que vende la parcela y por tanto esos 150 millones son patrimonio para el club"
En ElDesmarque reseñamos aquí las más importantes:
1) 100 millones de euros con el compromiso de que invierta más de trescientos millones en el club y un préstamo de sesenta millones de euros de manera inmediata para reforzar el equipo para la próxima campaña.
2) Acabar el nuevo estadio esté acabado para el día del centenario del club, en marzo de 2019.. Compromiso de acabar el estadio, con las premisas acordadas con el arquitecto Mark Fenwick entendidas como mínimo, y cerrar los compromisos con el Ayuntamiento (incluyendo la permuta de terrenos y el área deportiva asociada). Ahora, gracias a la aparición del fondo CVC, ha decidido moverse. Ya tiene las licencias y las fichas urbanísticas y ha retirado la demanda por la ATE ¿Será la definitiva?
Para la sorna queda en el recuerdo que, se llegó a decir hace una década que si no se vendía en el plazo acordado, tal y como explicó Aurelio Martínez, presidente de la Fundación que vendió el club, Lim tenía obligación personal de comprar el solar del Viejo Mestalla recalificado por 150 millones de euros, si en los dos primeros años no se vendía, cosa que no ha sucedido.
4) También se firmó: Presencia del pequeño accionista en el proyecto. En concreto se valorará especialmente el mantenimiento de los derechos políticos de los accionistas minoritarios y la conservación de un derecho de adquisición preferente. Al contrario, se llegó a aprobar que para asistir a la Junta había que tener al menos 3.598 acciones, todo y que ahora se permitirá ir a todos a los accionistas. .
5) La existencia de un proyecto de museo y centro de documentación asociado. La realidad es que el Nuevo Estadio debería estar incluido.
6) Potenciación de la imagen del Valencia CF en el mundo. Una condición alejada de la realidad pues hoy el club es noticia por manifestaciones contra la gestión como la que se realizó dejando vacías las gradas de Mestalla. Gestos como retener a una pareja en Singapur por pegar una pegatina en su casa tampoco potencian su imagen o la del club.
Cuando se ejecutó la firma finalmente no se plasmó como debía blanco sobre negro los 20 compromisos, de hecho no fueron vinculantes, y de ahí el retraso en la construcción del estadio o los incumplimientos que ahora mismo sufre la afición después de que se modificaron las condiciones.