La junta general de accionistas del Valencia CF ha aprobado no sin polémica este jueves y con la mayoría accionarial de Peter Lim una operación "de financiación por un importe máximo de HASTA 325 millones de euros" para, entre otras cosas, retomar y acabar el Nou Mestalla, así como refinanciar la deuda de la entidad. La operación permitirá afrontar con holgura (al margen del fondo CVC) la finalización de una instalación que el club considera que multiplicará sus ingresos y le hará más sostenible. Según el acuerdo de la junta general que proporcionó el Valencia a sus accionistas, esta operación servirá para financiar el coste del Nou Mestalla, cuya obra se iniciará el 10 de enero para no perder la licencia, refinanciar el contrato de préstamo puente de Goldman Sachs de 65 millones y, asimismo, financiar los fondos de reserva obligatorios, así como la cobertura de intereses durante el periodo de construcción. Dicho esto, detrás no hay nada más, y Layhoon Chan ha explicado: que "Goldman Sachs no tiene nada que ver con la venta o no del club y solo con la financiación del estadio".
Cabe destacar que la asociación Libertad VCF ha denunciado "costes económicos ocultos que ponen al club en situación de disolución si acomete un proyecto que su capacidad económica actual no lo permite", ante lo que Layhoon Chan ha intervenido para decir "Goldman Sachs no tiene nada que ver con la venta o no del club y solo con la financiación del estadio".
También saldrá adelante la reestructuración de la deuda a través de una línea de crédito corporativa a largo plazo de 121 millones de euros recientemente suscrito y un préstamo puente a corto de 65 millones, dos operaciones con las que obtiene, aseguró, "mayor flexibilidad y capacidad para satisfacer sus necesidades de capital".
En el caso de esa última a corto plazo, se prevé finiquitarla con el nuevo crédito de hasta 325 millones para el que se sacará adelante el permiso y para el que la entidad se ha vuelto a poner en manos de Goldman Sachs.