El fútbol de los 90 y principios de los 2000 es algo muy distinto al actual. Donde la violencia verbal entre jugadores, desde las aficiones e incluso entre gente de los propios clubes era algo que estaba normalizado. La mentalidad ha cambiado y ahora, como mucho, se intercambian algunos tuits con ironía y poco más. Episodios como el del Valencia CF y Vinicius Júnior en Mestalla han sido los más sonados de los últimos años, aunque aquello es el pan de cada día en aquellos tiempos. Ahora se pide respeto para los árbitros cuando entonces se les vapuleaba. Y de esas cosas sabe mucho Juan de Dios Crespo, abogado experto en deporte que, además, ha vivido muchas experiencias relacionadas con el Valencia CF, tales como el día que Luvoslav Penev golpeó a Paco Roig.
Sobre este y muchos otros asuntos ha dado detalles en una entrevista concedida a los compañeros de Relevo. Desde insultos a árbitros a agresiones explícitas. Incluso algún que otro chanchullo del que tampoco quiso explayarse demasiado.
En este sentido, Juan de Dios Crespo cuenta alguna de sus experiencias en Mestalla: "Yo viví en primera persona el puñetazo que le pegó Penev a Paco Roig en el palco del Valencia, por ejemplo. Cosas de ese tipo he vivido muchas. Se hacía con constancia, explicándoles una otra vez que eso no se hacía. Hacían cosas, obviamente. No solo el Valencia, sino todos los clubes. Hacían cosas... no digo ilegales pero raras a lo mejor", desvela.
Sobre el respeto a los árbitros, este abogado revela un episodio que incluso obligó a la Real Federación Española de Fútbol a modificar incluso el reglamento: "Uno de los éxitos que tuve fue cuando Claudio, el Piojo López salió expulsado de un partido. Dijo 'vos sos una mierda'. Vos. Lo dijo dirigiéndose al cuarto árbitro, que a su vez se lo dijo al árbitro principal. Ellos dicen que Claudio dijo 'vos sois una mierda'. Sois es todos. Yo dije que no, que en argentino sos es tú. El cuarto árbitro no era una autoridad en ese momento y saqué cero partidos. Entonces, a raíz del siguiente, le pusieron ya como autoridad al cuarto abierto también", comenta.
Asimismo, cuenta una cláusula del contrato del brasileño Romario, y a raíz de ahí reflexiona sobre la movilidad de otros futbolistas y sus posibilidades de fichar por rivales directos de su primer club años después: "Cuando Romario viene al Valencia, antes de que viniera se miró el contrato. Este ponía distintos precios de traspaso para distintos clubes. A mí me extrañaba, pero no lo vi ilegal del todo porque cada uno elige. Sin embargo, el que tú no puedas volver a jugar en otro equipo del país es totalmente ilegal", asevera.
Para ejemplificar la anormalidad de esa norma, pone otro ejemplo: "Es igual que si el contrato dice que tienes que volver automáticamente después de haber sido vendido. No, si has ido cedido sí, pero vendido no. No tienes ninguna obligación de volver si te han vendido. Puede ser que fuera el contrato de Romario, pero te digo, ni sabía que era de él. A lo mejor no era de él tampoco", titubea.
Sin duda, varias anécdotas que ejemplifican de forma clara lo que era el fútbol de aquella época. Con el paso del tiempo tanto la Federación como la patronal han ido avanzando en este tipo de cuestiones de la mano de la sociedad, que cada vez está más concienciada en estos asuntos.