El Valencia CF calcula que necesita siete jugadores o fichajes para completar su plantilla de cara a la temporada que viene, como mínimo. Obviamente esta cantidad puede variar en función de las salidas que se puedan producir en el mercado de verano que comienza en un mes, pero que ya está activo. Baste repasar los nombres que han sonado ya en el entorno valencianista (Guaita, Víctor García, Lewis O'Brien, Neyou, Dani Raba, Pau Víctor, son algunos de los que han sido relacionados con los de Mestalla) para hacerse una idea de las posiciones que se necesitan cubrir en el mercado. Regresan seis cedidos, pero no solucionan el problema que tiene el Valencia CF en todas sus líneas.
Con la salida anunciada de Jaume Doménech, ya despedido, y el adiós de Giorgi Mamardashvili tras un año cedido, el club necesita un guardameta de garantías que compita de tú a tú con Stole Dimitrievski. Vicente Guaita gusta y además llegaría gratis, pero hay más.
Con Thierry lesionado y sin poder volver hasta octubre y Dimitri Foulquier sin renovar porque le ofrecen un año más un segundo opcional y él quiere dos fijos, es imprescindible traer un lateral derecho fiable, capaz de ser titular y con proyección. Víctor García del Eldense gusta y está libre tras descender a Primera RFEF.
El joven central ha sido una de las revelaciones de la temporada, y su salida parece próxima ante el interés de clubes importantes y después de que acabe contrato dentro de un año. En caso de que Mosquera deje Mestalla, el Valencia necesitaría un defensa central con experiencia, preferiblemente con capacidad para liderar la zaga junto a Diakhaby, Tárrega o Yarek. Regresan Cömert o Cenk, pero no está claro su rol y si se terminarán quedando.
Sin Enzo Barrenechea, al que sólo un milagro al final de verano podría poner de nuevo en el camino de Valencia CF; con la posible marcha de Hugo Guillamón porque no cuenta para Carlos Corberán y las tentaciones que pueden llegar por Javi Guerra en forma de ofertas, hace que se necesite de forma imperiosa al menos un mediocentro defensivo, con lectura táctica, despliegue físico y capacidad para iniciar jugadas. Sin ese perfil, el equipo pierde equilibrio. Para tareas más de contención gusta Yvan Neyou del Leganés, para otros roles han sonado los ingleses Lewiss O'Brien y Josh Windass; el problema es que a estos dos aún les queda un año de contrato.
El rendimiento escaso y la última lesión dee Sergi Canós, que no cuenta para Corberán, hacen que la banda quede coja. El equipo necesita un extremo desequilibrante, con desborde y gol, que pueda marcar diferencias tanto en transiciones como en ataque. Dani Raba, del Leganés, gusta y mucho.
Con Hugo Duro como único ariete constante y sin un socio de nivel a su lado, a excepción de Sadiq cuando llegó cedido, el equipo ha dependido en exceso de jugadas aisladas. La marcha de Sadiq y de Rafa Mir, que acaban sus cesiones y el Valencia CF no ejercerá sus opciones de compra, hace impepinable el fichaje de dos delanteros con perfiles complementarios (uno más físico, otro más móvil o asociativo). Es prioritario aunque regrese el joven canterano, Alberto Marí, que tampoco ha demostrado su capacidad en Zaragoza.