La campeona mundial cubana de salto con pértiga, Yarisley Silva, aspira a la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro y asegura que le falta por cumplir su "sueño" de sobrepasar los 5 metros de altura sobre la barra.
Así lo confesó la pertiguista de 29 años en medio de los rigurosos entrenamientos que sigue en el Estadio Panamericano de La Habana de cara a su preparación para la cita olímpica y otras competiciones previas.
"He logrado todas las cosas que he querido, tengo todos los títulos y el único que me falta es la medalla de oro en Río, que no sé si la voy a obtener o no, pero voy a luchar por otro sueño", declaró Yarisley Silva en una entrevista con EFE.
Silva fue seleccionada "Atleta del Año" 2015 por la Asociación Norte, Centroamérica y del Caribe de atletismo (NACAC), entidad rectora del "Deporte Rey" a nivel regional, tras brillar con su título dorado en el Mundial de Pekín y lograr la corona panamericana en Toronto, además de saltar 4,91 metros, la mejor marca del año y de su carrera.
La cubana es tercera en el ránking mundial de todos los tiempos en esta disciplina. Sus saltos la hicieron campeona panamericana en Guadalajara 2011 y Toronto 2015, en dos campeonatos centroamericanos, y en otro mundial de atletismo, el de Sopot 2014 (Polonia) y la medalla plateada en los Juegos de Londres 2012.
Ahora tiene por delante el nuevo reto, los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. En la Liga de Diamante de Birmingham (Reino Unido) del 5 de junio Silva se impuso con un salto de 4,84, mejor marca mundial del año y récord de la competición.
"Todas estas competencias me sirven de preparación", subrayó la saltadora.
Silva se queja de que en la temporada invernal precedente a los Juegos el clima no favoreció sus entrenamientos: "Estuvo lloviendo mucho, hizo mucho aire, un poco de frío y eso me retrasó", según explicó durante una pausa de sus ejercicios supervisados por la mirada atenta de su entrenador, Alexander Navas.
Pero la atleta asegura que se está entrenando "muy bien" y que se siente preparada "física y psicológicamente para hacer un buen papel".
De sus perspectivas para los Juegos de Río, dice sin arrogancia y con pasión que le gustaría ganar la medalla de oro, porque "es todo lo que un atleta añora", si bien es consciente de que "va a ser una competencia difícil en todos los sentidos, que va a ser en el terreno de la campeona Fabiana Murer y ella va a querer regalarle esa medalla a su pueblo brasileño".
"No hay rivales débiles, todas son rivales", aseguró, porque sus contrincantes en la especialidad también "se están preparando y van luchar por una medalla".
Con esa filosofía y 13 años de trayectoria deportiva, la pertiguista isleña, además de ser disciplinada en los entrenamientos cuida su peso corporal, un elemento importante a la hora de elevar su cuerpo por los aires, y dice que sus 61 kilos son "adecuados, ideal", aunque come "de todo un poco, balanceado", evita las "grandes cantidades" y así, dice, "es como me mantengo".
Hacer memoria lleva a Silva al recordar su frustración cuando a los 7 años de edad quería ser bailarina de ballet clásico. "Hice pruebas y la profesora me dijo que iba a ser un poco gordita y que no tenía perspectivas" para esa disciplina artística, rememora.
A partir de ahí comenzó a participar en juegos escolares y más tarde un profesor en la escuela de iniciación deportiva la animó a practicar el salto con pértiga. Desde entonces comenzó a dar pasos en su carrera en esta especialidad.
De su actuación en los Juegos de Londres, donde alcanzó medalla de plata, Yarisley Silva dice que fue un momento "muy bonito" porque le permitió participar junto a figuras como la brasileña Murer, la plusmarquista Yelena Isinbáyeva y la estadounidense Jennifer Suhr, quien obtuvo el oro.
Y confiesa que fue "sorprendente" lo que ocurrió en la ciudad alemana de Beckum, donde en agosto del pasado año rebasó su propia marca personal al saltar 4,91 metros, a lo que siguió el título absoluto del mundial de Pekín con una marca de 4,90 metros.
A la espera de su salto en Río, la garrochista cubana se muestra convencida de que en los Juegos "casi nunca se gana con marcas porque es una competencia en la que hay mucha presión y mucha tensión", pero entre sus objetivos futuros está saltar 5 metros. "Estoy luchando para alcanzar esa meta", afirmó.