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Los golpes sonoros de Erick y Karo

Hernán Bahos Ruiz

En una esquina Erick y en la otra Karo.

Nacieron en 1995, a unos 11.700 kilómetros de distancia. Erick Gutiérrez en la ciudad mexicana de Los Monchis y Oghenekaro Etebo o mejor, Karo para los íntimos, en Lagos.
El fútbol los ha reunido en Brasil con ocasión de los Juegos Olímpicos pero para llegar en forma a la cita han debido recibir y hasta dar alguno que otro golpe en sus vidas.
Boxear fue el sueño de niño de Erick a pesar de la oposición de sus padres y hasta que un día admitió que no era tan bueno y optó por el fútbol. 1-0 para el fútbol.
Pelear es un asunto constante en la vida de Oghenekaro, palabra que significa 'Dios primero'. Quizá por ello considera justas y hasta santas sus peleas, como las que traba con los defensores del equipo rival.
Etebo, igual que las Súper Águilas como se conocen los jugadores de la selección nigeriana, vuela sin importar que si ese día juega de mediapunta, extremo o segundo delantero.
Gutiérrez lo hace como un mediocentro de talento especial pues, además de destruir juego de los adversarios, sea en el Pachuca o la selección, tiene el talento de partir para el ataque. Fue así como el domingo pasado, casi sin saberlo, descubrió que es goleador.
Erick igualó la marca que el 4 de agosto, en la primera jornada, impuso Oghenekaro, o Karo, al marcar a Japón cuatro goles en un solo partido de los Juegos Olímpicos.
Si el nigeriano ya se tornaba un intruso en los Juegos Olímpicos, el mexicano propinó sin necesidad de usar sus puños un duro golpe más a la ambición de figuras llamadas a destacar con sus goles.
Tipos como Neymar, Gabriel Jesus, Jonathan Calleri, Ángel Correa, Teófilo Gutiérrez u Oribe Peralta, que ya abandonó la pelea por una rotura de la nariz.
El desempeño de Gutiérrez permitió al Tri salir de un bache en el que se había metido en el primer tiempo del partido que perdía con la cándida selección de Fiyi y que al final ganó por 5-1.
Hasta ese domingo nunca había marcado un gol con la selección.
A Etebo, por contra, nadie le quita el gusto de ser una de las figuras con mejores registros en Nigeria, pues ha enviado el balón al fondo de la red once veces en 17 partidos.
La calidad de Etebo, conocido en el mundillo del fútbol africano como 'el Rayo', no se discute. En enero pasado la Confederación Africana lo proclamó como el 'Jugador más prometedor de 2015'. En otras palabras, el jugador del Fierense portugués entraba en el olimpo de Brahimi (2014), Iheanacho (2013) y Salah (2012).
Gutiérrez elige el camino de la modestia al recordar que tan deficiente fue su técnica en el boxeo como las primeras patadas que dio a un balón.
Hoy es difícil dar crédito a la afirmación del jugador que el 15 de junio cumplió 21 como tampoco se puede ser indiferente ante la presencia de Etebo, que tendrá la misma edad el 9 de noviembre.
De talla similar, con orígenes diferentes pero esencias comunes en sus cortas historias, Erick y Taro han comenzado una pelea particular en el torneo olímpico con sonoros golpes.
Resta saber ahora quién está dispuesto a meterse en la pelea.

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