Los Juegos Olímpicos son la máxima expresión del deporte, pero unos Juegos Olímpicos son también reflejo vivo de la historia de la humanidad. En todo momento han estado marcados por los vaivenes políticos, sociales, por las sensibilidades históricas; ha habido boicots, atentados, ausencias... Pero por encima de todo unos Juegos Olímpicos son una historia de unión y superación. Por eso son tan especiales momentos como los vividos este domingo en la arena de Copacabana, en el torneo de voley playa femenino. Egipcias y alemanas disputaban su partido reflejando las dos visiones del deportes, de la sociedad y de la vida.
Diferentes, sí, pero en unión y luchando por una misma meta, en paz. El mundo islámico y el mundo occidental tienen muchas contradicciones, pero al fin y al cabo deben haber muchas cosas más que unan, como el deporte.
La pareja egipcia, formada por Doaa Elghobashy y Nada Meawad, se enfrentaba en la arena a la dupla germana, de Laura Ludwig y Kira Walkenhorst. Las primeras iban ataviadas con un traje que cubría su cuerpo entero, con hijab en la cabeza, y salvo los pies (temperatura de más de 20º); las alemanas, con bikini deportivo.
Al final, las alemanas, como era previsible, ganaron de forma contundente (21-12 y 21-15). Ahora las egipcias deben de jugar dos partidos más y están obligadas a ganar a Canadá e Italia.
Live from Rio now, Egypt vs Germany in beach volleyball pic.twitter.com/9pSzDjYovW
— Hussain Alsairafi (@h_alsiarafi) 7 de agosto de 2016