Correa, el ángel que nunca perdió la fe pero que se quedó sin alas

Ángel Correa, el jugador del Atlético de Madrid, pudo haber salido hoy con la sindicación de ser uno de los culpables de la eliminación de Argentina en la primera fase de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.Haber desperdiciado un penalti en el comienzo del segundo tiempo, cuando los argentinos empataban sin goles con los hondureños parece ser la prueba reina para condenarle, pues su país necesitaba 'ganar o ganar' para avanzar a los cuartos de final.
"No se nos dio. Ya está", declaró solemne el habilidoso mediapunta tras el partido en el estadio Mané Garrincha, de Brasilia.
Argentina avasalló a su rival, al que le bastó para clasificarse a cuartos el 1-1 final.
"Tuve que hablar con España e insistir para que me dejaran venir y estaba muy ilusionado por estar aquí", declaró el jugador de 21 años.
Correa fue de los pocos jugadores que hizo presión directa para poder acudir al llamado de Julio Olarticoechea pero no era el número uno de la lista de lanzadores de penaltis, como admitió hoy tras el encuentro. El primero era Jonathan Calleri, quien recientemente se consagró como máximo goleador de la Copa Libertadores.
"Me tenía confianza, por eso se lo pedí a Jony", precisó Correa, un ángel que hoy, con la prematura eliminación, siente haber perdido las alas.
El Atlético de Madrid quizá le conceda en breve la posibilidad de obtener una revancha futbolística.