La selección británica de ciclismo en pista disfrutó de una jornada muy fructífera en los Juegos de Río al ganar la medalla de oro por equipos en la modalidad de velocidad apenas dos horas después de que el equipo femenino estableciese un nuevo récord mundial de persecución.
Los hombres ganaron en la final por el oro a Nueva Zelanda con un tiempo de 42,440, récord olímpico, a una velocidad media de 63,619 km/h. Los neozelandeses hicieron 42,542.
En la final por el bronce, Francia (43,143) se impuso a Australia (43,298).
En persecución femenina, las británicas establecieron un nuevo récord mundial con un tiempo de 4:13.260 en la ronda de clasificación.
Laura Trott, Katie Archibald, Elinor Barker y Joanna Rowsell-Shand arrebataron la plusmarca mundial a Australia, que tenía el récord con un tiempo de 4:13.683 desde el 19 de febrero de 2015, en Saint-Quentin-en-Yvelines, Francia.
El cuarteto británico alcanzó sobre la pista del velódromo olímpico una velocidad media de 56.858 km/h.