El Ministerio de Deporte búlgaro ha emitido hoy un comunicado en el acusa a la atleta Silvia Danekova, inscrita en la prueba de 3.000 metros obstáculos, de destruir la imagen del país tras haber dado positivo por EPO en un control de dopaje en los Juegos Olímpicos de Río.
"Es inaceptable que destruya de este modo la imagen de Bulgaria y ponga una mancha sobre todo el deporte búlgaro", subraya esa nota, después de que el Comité Olímpico Búlgaro confirmara que las pruebas realizadas a la atleta el 1 de agosto han mostrado que utilizó la sustancia prohibida CERA.
Si el contraanálisis lo confirma, el positivo de Danekova, campeona nacional de 3.000 metros en 2013 y campeona balcánica de la misma disciplina en 2013 y 2014, sería el primero que se detecta en los Juegos de Río de Janeiro.
"La lucha contra el dopaje está entre las principales prioridades del Ministerio de Deportes búlgaro y continuaremos esta batalla y no haremos ningún compromiso a ningún deportista que viola las reglas del juego limpio", promete ese comunicado.
Las autoridades búlgaras afirman que sus deportistas en las Olimpiada han sido sometidos hasta ahora a 62 pruebas de orina y 5 de sangre.
Este caso añade más mala fama al deporte búlgaro, después de que a finales del año pasado la Federación Internacional de Halterofilia vetara la participación de Bulgaria en los Juegos Olímpicos de Río tras varios casos de dopaje en el equipo nacional.
La triplista búlgara Gabriela Petrova estuvo a punto de quedar fuera de los Juegos tras dar positivo a principios del año por Meldonium, aunque al final recibió la luz verde de la Agencia Mundial Antidopaje y la Federación Internacional de Atletismo.