El himno de Puerto Rico sonó por primera vez en la ceremonia de medallas de unos Juegos Olímpicos después de que la jugadora Mónica Puig se proclamara campeona del torneo individual femenino tras batir a la alemana Angelique Kerber.La raqueta de San Juan, de 22 años, no pudo controlar la emoción mientras sonaban los compases de la música de su país en la ceremonia de entrega. La tenista de San Juan no cesó de contemplar el premio obtenido y de sonreir.
Durante sus 68 años de historia en los Juegos, Puerto Rico sólo ha ganado ocho medallas, ninguna de oro y ninguna de una mujer. Mónica Puig terminó con esa leyenda. Tras su victoria ante la checa Petra Kvitova y alcanzar la final se aseguró un premio y se convirtió en la primera mujer medallista de su país. Después, tras la final, amarró el primer oro olímpico del deporte boricua.
Tras la final, Mónica Puig lloró en medio de la pista. Corrió hacia uno de los fondos, con una silla en la mano para poder alcanzar al palco de su equipo. No llegó. Tomó una bandera de Puerto Rico y cubrió con ella todo su cuerpo con la que enfiló el camino de los vestuarios.