Los dos presidentes de Brasil, el interino Michel Temer y la suspendida Dilma Rousseff, se han disputado las felicitaciones olímpicas a través de las redes sociales, donde han conmemorado el triunfo de los atletas brasileños y las gestas logradas.Ambos mandatarios han recurrido a Twitter para celebrar las medallas conquistadas por Brasil, anfitrión de los Juegos Olímpicos, los cuales se celebran en medio de una aguda crisis política.
El último atleta a ser felicitado por ambos fue el judoca Rafael Silva, conocido como "Baby", quien la víspera conquistó la medalla de bronce.
Rousseff, con 4,8 millones de seguidores, también usó Twitter para expresar su tristeza en las redes sociales el pasado 5 de agosto, durante la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos, cuya organización había sido planeada por su Ejecutivo.
"Es triste no asistir a la fiesta en directo", aseguró la mandataria suspendida, quien en su momento ya anticipó que acompañaría la competición.
La presidenta fue suspendida de su cargo el pasado 12 mayo para el inicio de un proceso de destitución y desde ese día es sustituida por su vicepresidente y ahora adversario político, Michel Temer, cuyos seguidores en Twitter son ocho veces inferiores a los de Rousseff.
La disputa entre ambos no se limita tan sólo al terreno político y se ha colado también en las redes sociales, donde ha comenzado una batalla por los "me gustas" y los "retuits".
Según un estudio realizado por el periódico O Globo, en la primera semana de competición las publicaciones de la presidenta suspendida tuvieron de media 840 republicaciones y 1.970 me gustas. Los números de Temer, sin embargo, fueron más modestos: 145 "retweets" y 465 "likes".
La carrera olímpica en Twitter deberá continuar hasta el próximo 21 de agosto, cuando finalicen los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Después, en la agenda de ambos el tema central será el juicio político contra Rousseff, cuya fase final comenzará el próximo 25 de julio.
Si Rousseff finalmente es destituida, Temer finalizará el mandato que concluye el 1 de enero de 2019, pero si es absuelta retomará de nuevo el cargo del que fue apartada el pasado mayo.