Brasil llega a la última jornada de la primera fase del torneo olímpico de baloncesto con la necesidad de ganar a Nigeria y esperar que Argentina se imponga posteriormente a España para poder estar en cuartos de final.Ramón Orosa
El equipo de Ruben Magnano deberá superar el varapalo anímico que le supuso caer ante Argentina tras dos prórrogas (111-107) y, sobre todo, el no haber sido capaz de cerrar por dos veces, en el tiempo reglamentario y en la primera prórroga, un partido que tenía prácticamente ganado.
Fue ese choque memorable un reflejo de lo que ha sido Brasil en un torneo en el que no ha competido mal, pero en el que ha sido incapaz de imponerse en los encuentros en los que, en principio, se jugaba la clasificación: ante Lituania, Croacia y Argentina. Curiosamente, la verdeamarela solo ha ganado un partido y ha sido ante la gran favorita del grupo España, a la que le complicó sobremanera el torneo en la segunda jornada.
Así, ahora se ve al límite, sin depender de sí misma y con la obligación de ganar a una Nigeria de menos a más en el campeonato y que el sábado ya dio buena cuenta de Croacia, hasta entonces la sorpresa en lo positivo del Grupo B.
Deberán tener cuidado los de Magnano con un combinado nacido prácticamente al completo en Estados Unidos, formado en el basket USA y que ya dio problemas anteriormente a Lituania y España.
Pero, sobre todo, Brasil deberá rearmarse en lo anímico tras una de esas derrotas que duelen y se recuerdan muchos años. Esta, al ser ante Argentina, en casa y en el marco de los Juegos Olímpicos de Río, los primeros en Sudamérica.