Un aficionado ha protagonizado una de las anécdotas de los Juegos Olímpicos al burlar la seguridad del complejo donde se disputaban las pruebas acuáticas para lanzarse a la piscina olímpica desde el trampolín.
Y lo hizo más difícil al tener que compaginar el burlar al guardia de seguridad que le perseguía escaleras arriba mientras se desvestía antes de lanzarse a la piscina. Nos falta por saber cómo han valorado los jueces de clavados el salto de este espontáneo.
Que nada detenga tu sueño olímpico pic.twitter.com/2h5NDYEpTj #Rio2016
— Pau Marquès (@_pmarkes) 16 de agosto de 2016