El sueño de la España de los Júnior de Oro de ganar también en categoría absoluta a Estados Unidos y en unos Juegos Olímpicos para lograr el único oro que falta en su laureado palmarés se esfuma si, como ha avanzado Sergio Scariolo, la estrella indiscutible de su equipo no juega o si lo hace mermado en sus condiciones.
Sería una baja, ausente o tocado, imposible de suplir para un grupo que sueña con un triunfo que le abra las puertas del título olímpico y redondear el círculo mágico que abrieron en 1999 en Lisboa, precisamente ante otra selección estadounidense.
Sin Gasol, o con él tocado, España perdería la única ventaja de la que podría gozar en un buen partido ante los estadounidenses, que con DeMarcus Cousins y DeAndré Jordan dista mucho del poderío en el centro de la zona de épocas anteriores. Ambos están por debajo de Pau en consideración. Y también de Marc, pero el pequeño de los Gasol no ha podido estar Río.
Sin el nuevo jugador de los San Antonio Spurs como amenaza interior, la defensa americana podrá fijar mucho mejor a los exteriores españoles, entre los que Rudy Fernández y Nikola Mirotic, como '4' abierto, han tenido tardes espléndidas en partidos claves del torneo.
Felipe Reyes y Willy Hernangómez se están fajando bien en ambas zonas desde que la Roja ha cogido velocidad de crucero, pero no son comparables a Gasol. El madridista por altura y envergadura y el nuevo Knick por experiencia. Y ambos, claro por talento y calidad. Aunque Willy ha sido el gran hallazgo de cara al futuro para la ÑBA.
Quedan los bajitos, que los de España son muy buenos: Ricky Rubio y José Manuel Calderón son dos jugadores consolidados y con larga carrera en la NBA, Sergio Rodríguez regresa a ella de nuevo y Alex Abrines ha fichado por Oklahoma City Thunder; y si Juan Carlos Navarro y Rudy Fernández no están en la liga estadounidense es porque es su día decidieron volver; como también Víctor Claver, pero este después de no contar con oportunidades.
Pero ahí, en las posiciones exteriores la batería norteamericana es tremenda, colosal. Empezando por Kevin Durant y Carmelo Anthony, dos megaestrellas que juegan al '3' y al '4' indistintamente y que son claves en la rotación de Mike Kzryzewski junto a Kyrie Irving, especialista en los momentos decisivos. Un triple suyo fue la canasta clave para dar el último anillo a Cleveland Cavaliers frente a Golden State Warriors, a pesar de la derrota el equipo del moda.
De los Warriors, además de Durant, al que acaban de incorporar, están en Río Klay Thompson, tirador puro como pocos, y Draymond Green, un multiusos de dos metros justos que ha sido una de las sensaciones del año en la NBA.
También conforman el 'rosters' dirigido por 'Coach K' Kyle Lowry y Demar DeRozan, base y escolta que han hecho de los Toronto Raptors campeones de la División Atlántico y finalistas de la Conferencia Este en la última temporada.
Paul George al nivel de antes de la grave lesión que amenazó con acabar con su carrera; Jimmy Butler, líder este curso de los Chicago Bulls incluso con Derrick Rose y Pau Gasol a su lado; y el menos brillante Harrison Barnes, casi testimonial en Río, completan un plantel casi inaccesible incluso para la España de Pau Gasol. Que lo intentó sin éxito en las finales de Pekín 2008 y Londres 2012.
Y sin su icono en el centro de la zona, ganar a un equipo así, incluso para la ÑBA campeona del mundo, dos veces finalista olímpica y tres veces campeona, se torna imposible.