La policía de Río de Janeiro realizó hoy un operativo en las instalaciones ocupadas por miembros del Comité Olímpico Irlandés y requisó pasaportes, teléfonos móviles y ordenadores portátiles, en el marco de la investigación que desarrolla sobre la llamada "mafia de las entradas".La policía también requisó boletos destinados a atletas y familiares, según el diario O Globo.
La investigación sobre la venta ilegal de entradas llevó esta semana a la detención de Patrick Hickney, miembro del COI y presidente del Comité Olímpico Irlandés y de la Asociación de Comités Olímpicos Europeos, que renunció "temporalmente" todos sus cargos.
Hickey, que se encuentra en la prisión de Bangú, en las afueras de Río, es sospechoso de participar en un trama de venta ilegal de entradas orquestada por la empresa THG.
Según la policía brasileña, el Comité Olímpico de Irlanda contrató a la empresa Pro 10 para vender entradas en Brasil y los boletos fueron transferidos a la firma THG, cuyo director, Kevin James Mallon, fue detenido a comienzos de agosto en un hotel en el que fueron aprendidos cerca de 1.000 boletos.
La empresa, de acuerdo con la policía, vendía entradas con precios hasta cinco veces por encima de lo normal. Su principal negocio eran las entradas de la ceremonia inaugural, por las que llegó a pedir hasta 8.000 dólares, y de la clausura, que planeaba vender a 15.000 dólares.