La sudafricana Caster Semenya bajó su récord personal hasta 1:55.28 y se proclamó campeona olímpica con gran autoridad sobre el resto, avivando la polémica sobre el hiperandrogenismo que padece.La burundesa Francine Niyonsaba llegó a continuación en 1:56.49 y la keniana Margaret Wambui completó el podio con 1:56.89, igualmente récord personal.