El atleta español Toni Abadía, que compitió en la prueba de 5.000 metros en los Juegos Olímpicos de Río, verá este domingo la ceremonia de clausura por la televisión, ingresado en un hospital donde recibe tratamiento por un problema de vesícula, aunque mañana regresará a España con el resto del equipo."Mañana me dan el alta y me voy a España con todos. Es un problema de piedras en la vesícula y me han recomendado que me opere allí en España", explicó a EFE el propio atleta zaragozano por teléfono desde el hospital Samaritano de Río de Janeiro.
Las pruebas médicas que le han realizado han descartado tanto una pancreatitis como una hepatitis.
"El problema es que las piedras en la vesícula, cuando se mueven, provocan una sensación de irritabilidad en el estómago que te impide comer y además cuesta respirar. Me han puesto un tratamiento con analgésicos y hoy he empezado ya a comer con normalidad", señaló Abadía.
El aragonés reconoció que al principio pasó "bastante miedo porque podría ser una pancreatitis pero los resultados de las pruebas han sido negativos, así como los de hepatitis".
"He tenido cinco episodios este año de problemas en el estómago, que han podido deberse a las piedras en la vesícula, algo que nunca había padecido hasta ahora. Mañana me dan el alta y regresaré a España con los demás. Aquí me han tratado fenomenal. Veré la ceremonia de clausura por la tele", comentó a EFE Abadía, que estaba acompañado en el hospital por el jefe del equipo de atletismo en Río, José Luis de Carlos.