La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) destacó hoy los resultados alcanzados en Río de Janeiro por el primer equipo de refugiados en disputar unos Juegos Olímpicos y defendió la continuidad de la iniciativa para los próximos ciclos olímpicos.La subdirectora de la ACNUR, Kelli T. Clements, que se reunió con los atletas refugiados y con los dirigentes del Comité Olímpico Internacional (COI) en los últimos días en Río de Janeiro, dijo que ambas entidades acordaron que seguirán trabajando juntas para darle oportunidades a los refugiados.
Clements afirmó que, aunque no conquistaron medallas, los atletas refugiados consiguieron llamar la atención del mundo sobre el problema de las millones de personas que pierden sus hogares y tienen que huir a otros países.
"El equipo capturó la atención del mundo y, en un corto período de tiempo, cambió el enfoque de las conversaciones sobre los refugiados. No hay dudas de que dejaron un legado al participar en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro", afirmó la subdirectora de la ACNUR, citada en un comunicado divulgado por el organismo multilateral en Río de Janeiro.
Clemets agregó que los atletas refugiados "nos inspiraron a todos a trabajar más por la paz y a ayudar a las personas que son obligadas a huir de guerras y conflictos".
Agregó que la COI y la ACNUR ya están conversando sobre sus planes para darle continuidad a la iniciativa.
Las dos entidades, dijo, seguirán trabajando juntas para "ofrecerle oportunidades a los atletas refugiados y a otros refugiados para que encuentren un futuro ante las adversidades que enfrentan".
El equipo, que dice representar a los 60 millones de refugiados en el mundo, disputó los Juegos de Río e Janeiro bajo la bandera del COI.
Los diez miembros del equipo fueron escogidos por la ACNUR de entre una lista de 43 deportistas que competían en sus países antes de abandonarlos y que contaban con resultados destacados.
Los elegidos, que compitieron en tres modalidades (atletismo, judo y natación), eran procedentes de cuatro países, República Democrática del Congo, Etiopía, Sudán del Sur y Siria; y fueron acogidos como refugiados en cinco países, Bélgica, Brasil, Alemania, Kenia y Luxemburgo.
El equipo lo compusieron los nadadores sirios Yusra Mardini y Rami Anis y los atletas sudaneses Yiech Pur Biel, que disputó los 800 metros; James Nyang Chiengjiek (400 metros); Paolo Amotun Lokoro (1.500 metros); Anjelina Nada Lohalith (1.500 femeninos), y Rose Nathike Lokonyen (800 metros femeninos).
Igualmente lo integran el maratonista etíope Yonas Kinde, que vive en Luxemburgo desde 2015, y dos judocas congoleños que pidieron refugio en Brasil cuando disputaron un Mundial en Río en 2013: Yolande Bukasa Mabika y Popole Misenga.
La ACNUR recordó que, en el discurso que pronunció en la noche del domingo para dar por concluidos los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, el presidente del COI, Thomas Bach, manifestó su compromiso con los refugiados. "Vamos a continuar al lado de ustedes después de los Juegos Olímpicos", dijo.
Según Clements, pese a no ganar ninguna medalla, el equipo de refugiados fue uno de los más aplaudidos durante los Juegos, desde la ceremonia de inauguración hasta la de clausura, y fue objeto de una amplia cobertura de medios de comunicación de todo el mundo.