Los Juegos Olímpicos de Río 2016 que culminaron el domingo después de 17 días de competición, en la que participaron más de 10.900 atletas representando a 206 países, dejaron un resultado final de ensueño para el equipo de Estados Unidos.
Los primeros Juegos Olímpicos que se disputaron en Sudamérica permitieron a Estados Unidos quedar al frente del medallero en todas las categorías, séptima vez que lo consiguen en la historia, y primera desde 1948, con 121 medallas, incluyendo 46 de oro, 37 de plata y 38 de bronce.
Estados Unidos es el quinto país que ha logrado esa hazaña en los Juegos Olímpicos de Verano y el primero en alcanzarlo en 40 años.
Las 121 medallas son la mayor cantidad que ha logrado el equipo de Estados Unidos en unos Juegos Olímpicos --sin boicot-- al superar las 110 que lograron en Pekín 2008.
"Los Juegos de Río eran muy especial y estamos muy contentos de los logros alcanzados desde el punto de vista de resultados y celebrar el éxito de nuestros atletas", declaró el director general del Comité Olímpico de Estados Unidos (USOC), Scott Blackmun. "Estos juegos serán recordados por las actuaciones inspiradoras de nuestros atletas, las imágenes de ellos en el podio y el éxito del Comité Organizador".
La participación triunfal y de ensueño hizo posible que el equipo de Estados Unidos extendiese su reinado en la tabla general de medallas por sextos Juegos Olímpicos consecutivos desde Atlanta 1996.
Desde entonces, 213 atletas estadounidenses fueron los protagonistas de conseguir medallas, incluyendo 32 múltiples medallistas y 13 que han ganado múltiples medallas de oro.
De los 27 deportes en los que los atletas estadounidenses compitieron, el equipo de las Barras y las Estrellas consiguieron medallas en 20.
"No creo que haya nada mejor que tener la oportunidad de colgar medallas de oro en los atletas estadounidenses y escuchar el himno nacional", destacó el presidente del USOC, Larry Probst. "En general, estos han sido unos Juegos fantásticos --los lugares han sido espectaculares y los voluntarios eran muy amables e hicieron un trabajo maravilloso".
China, por segundos Juegos Olímpicos consecutivos, terminó en segundo lugar con 70 medallas (26 oros), por delante de Gran Bretaña, que completó los Juegos con 67 medallas (27 oros) que ocupan el tercer lugar entre todas las naciones.
Sin embargo, el margen de 51 medallas del equipo de Estados Unidos, es el segundo más grande en unos Juegos Olímpicos no boicoteados, sólo superado por las 61 que obtuvieron en los de Paris 1924.
"Estos han sido unos Juegos increíbles para el equipo de Estados Unidos desde cualquier punto de vista, y estoy muy orgulloso y sorprendido por las espectaculares actuaciones de nuestros atletas, la calidad de nuestro entrenamiento y la forma en que nuestra organización se reunieron para apoyarlos", subrayó Alan Ashley, jefe de misión del USOC, y máximo responsable del rendimiento deportivo del equipo de Estados Unidos.
Ashley también felicitó de manera especial al Comité Organizador de Río de Janeiro 2016 por el gran ambiente que proporcionaron a los atletas.
"Ha habido muchas actuaciones por primera vez por tantos atletas en diferentes deportes y nos quitamos el sombrero por lo que hizo el Comité Organizador Río 2016 para crear un ambiente en el que nuestros deportistas pudiesen prosperar y alcanzar su potencial", subrayó Ashley.
Estados Unidos consiguió el mayor número de medallas en la natación y el atletismo, la combinación de 65 podios a través de los dos deportes, la mayor cantidad desde 1972 y empatado en el cuarto mejor de todos los tiempos.
Michael Phelps, en su quinta y última actuación, consolidó aún más su legado como el mejor atleta olímpico de todos los tiempos con 23 medallas de oro y 28 en general. Con cinco medallas de oro y una de plata, los Juegos de 2016 fue el cuarto consecutivo en el que Phelps lideró todos los multi-medallistas del resto de países y deportes desde Atenas 2004.
Los atletas estadounidenses también impresionaron en atletismo, ganando 32 medallas y 13 de oro, puesto de relieve la primera barrida en el podio de Estados Unidos en 110 metros vallas femeninos con Brianna Rollins, Nia Ali y Kristi Castlin.
Allyson Felix se llevó a casa tres medallas a convertirse en la mujer más ganadora de todos los tiempos en la pista olímpica con seis oros y nueve en general, mientras que Ashton Eaton empató un récord olímpico para convertirse en el primer atleta de decatlón estadounidense para repetir como campeón olímpico desde que Bob Mathias (1948 y 1952).
El equipo de gimnasia femenina EE.UU. fue igualmente espectacular, ganando nueve medallas y superando máximo anterior del equipo de ocho de los Juegos de 2008 en Pekín y juegos de 1984 en Los Ángeles.
Impulsado por cuatro medallas de individual general de la campeona, la tejana Simone Biles, las nueve medallas son las que más se han ganado por cualquier nación desde 1972 (Unión Soviética, 10).
Ampliamente considerado como el mejor gimnasta de su generación, Biles se convirtió en la primera gimnasta estadounidense en ganar cuatro medallas de oro en unos Juegos, ayudando el equipo de Estados Unidos a subir al podio en cada evento por primera vez desde 1984.
Mención especial también merecen los triunfos en el baloncesto masculino con el tercer oro consecutivo y récord perfecto de 8-0, mientras que el femenino consiguió el sexto en fila y el octavo de su historia con 49 partidos seguidos sin conocer la derrota.
Otros equipos históricos fueron el femenino de remo ocho que lograron la tercera medalla de oro olímpica consecutiva, mientras que el de waterpolo femenino acabó invicto (6-0) que revalidó el título de campeonas, el único que la ha conseguido desde que debutó el deporte en Sidney 2000.